Justo hoy se cumple una semana desde el día que fuimos a la casa de Sebastián, eso quiere decir que su hermana está apunto de aterrizar en el aeropuerto.
—¿Me veo bien? —Mi mejor amiga paso un mechón de cabello detras de su oreja y me sonrió.
Asentí. —Siempre. —Reitere mientras Bebia un matcha ¡Vamos, como la gente puede decir que odia esto!
—¿Cómo podés tomar eso tan tranquila sin que te dé nausea?
—No es feo, es delicioso. —acerque mi matcha a su boca y ella retrocedió.
—No, no, no. Movete para allá. —Un gesto de disgusto apareció en su rostro.
Ser modelo si había sido mi sueño desde pequeña, pero es increíble como las palabras de las personas adultas pueden joderte tanto.
—Tengo nervios. —Solte mientras mis dedos jugueteaban con la pajilla.
—¿Por qué? —Nos detuvimos un poco mientras Sebastián y su mamá seguian caminado.
—Te imaginas, me ve y me dice: ¿Qué jodidos es esto? Ella no puede ser modelo.
—No te va a decir eso. —Sus manos tomaron mis hombros y me giro hacia ella. —Te miras lindísima ahora.
Negué. —La señora Sophia no dijo eso cuando teníamos ocho años.
—Eramos una niñas y ella una estúpida.
Lilybeth con pasos apresurados regreso y se dirijió hacia nosotras.
—Niñas, no falta mucho para que el avión aterricé. —Anuncio con una sonrisa y el rostro iluminado.
—Gracias. —Susurré dándole una sonrisa.
—Ahora vengo. —Ambas asintieron mientras me alejaba de allí buscando el baño, no tenía ganas realmente de hacer nada, simplemente necesitaba agua en mi cara.
Termine mi bebida y dejé el vaso en un basurero fuera del baño. No me gustan los baños de los aeropuertos, la última vez que estuve aquí me ocurrió algo no muy agradable.
Tome el pómulo de la puerta y lo gire para poder abrirla.
Poco a poco abrí el grifo del agua y está comenzó a caer sobre mis manos, una posita apareció instantáneamente entre mis manos, las lleve a mi cara e hice lo mismo varias veces.
Gemidos salían de uno de los baños, supuse lo más común... No le di importancia.
Pero si, resulta que estaba equivocada.
Una chica alta muy linda salió del baño con algunas lágrimas en sus mejillas y los ojos inchados, no quería ser muy entrometida así que solo seguí en lo que estaba haciendo.
Ella me observo durante unos dos segundos así que levanté un poco la mirada y le dedique una sonrisa, ella hizo lo mismo.
—¿Disculpa, usarás acá? —trataba de lavar mis manos más rápido para no molestarla y trate ser lo más amable posible.
Ella negó. —No, no te preocupes, disculpa... —Coloco una bolsa y comenzó a sacar su maquillaje de allí, tomo un pedazo de papel y mientras se veia al espejo secaba sus mejillas.
—¿Estás bien? Disculpa no quiero ser entrometida solo... —movi mi cabeza nerviosa.
—Descuida, si solo estrés... —Sus ojos aún se veían hinchados, de hecho se veía muy mal y era obvio que algo malo le estaba ocurriendo.
Me despedí de la chica y salí de allí, no sabía que hacer... No quería que se molestará conmigo por meterme en asuntos que no me correspondian pero, ¿Y si resultaba que en verdad era algo malo?
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°Casi cierto°
Mystery / ThrillerCreo que maté a alguien... ¿Lo bueno? Todo. ¿Lo malo? Ya se fue. Si nadie se entera no contará como que haya pasado. Si los secretos no duran para siempre, espero que por lo menos dure hasta que yo muera.