Camila - Camren (+18)

♥︎.XLIX.♥︎- A Maior Vadia de Todos Os Tempos x Happy Birthday Kea! ||

XLIX - La perra más grande de todos los tiempos x
¡Feliz cumpleaños Kea! |I
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******ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia
explicita que pueden provocar desencadenantes emocionales (+18)

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PLAY - All In My Stride by Palace.

Agosto (latín): Del latín "mensis
augustus", es el octavo mes del año,
dedicado al emperador romano Julio César.

Narrador POV.

Despertó horas y horas más tarde, encontrando extraño que fuera de
mañana y que hubieran dormido más de doce horas después de una maratón de sexo, vino y rondas de embutidos que cortó cuando los encontró en el refrigerador.

Su madre se mostró un poco proclive a ayudarla en su locura, tanto es asique, siendo la primera en descubrir que fumaba marihuana, se lo ocultó a
Alejandro durante meses, temiendo su reacción.

Al final, el amor de madre que Sinuhe sintió realmente superó cualquier
cosa.

Estaba acostada en la cama, y era una locura apreciar pequeños y realistas
detalles como el olor a sudor en las sábanas, mezclado con el de ambos
sexos exhalando de tal manera que..

Era imposible olvidar el día anterior.

Se giró de lado, haciendo una breve mueca ante su cuerpo dolorido y luego apoyó su cabeza en su mano, absorbiendo la belleza de Lauren
mientras ella dormía plácidamente, tenía una mirada pacífica en su rostro,
una mirada que, en rastros de líneas, resaltaba que había estado bien con
todos los momentos que compartieron.

Dormía feliz y era posible que se le pusiera la piel de gallina al oler esas
apasionadas vibraciones.

- El amor es hermoso, Lauren.. - Acarició el rostro femenino con calma,
temiendo despertarla.- Y me siento halagada de que tu destino me haya
elegido para ti. Dios me dio un hermoso regalo al ponerte en mi vida, amor.

- Yo también te amo, Camz. -Respondió suavemente, aún con los párpados cerrados sin embargo su pecho latía fuerte, pomposamente y cada vez más rápido. - Soy yo quien tiene que agradecer a Dios por tenerte en mi vida -Finalmente la miró con intensidad, llamándola cerca.

Y ella, obviamente, estaba recostada sobre la misma almohada que la más
joven.

Verde sobre marrón.

Calma y fuego.

Paz y caos.

Injustificado y agraviado, por ahora.

No era el momento adecuado para que perpetuaran su adolescencia, pero al menos, allí, en esa habitación, se despidieron, sin saberlo, con clase,
amor, ganas y almas interconectadas.

Fue una coincidencia, o tal vez no lo fue, pero solo lograron tener sexo amoroso, cuando Charlize ya estaba acostada sobre su vientre bronceado.

Cada una de ellas partiría metafóricamente en una dirección
diferente, y ahí, en ese momento, se conectarían en la misma medida que
se separarían meses después.