♥︎.XXI.♥︎

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******* Este capítulo contiene un disparador emocional (+18)

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Ruir (latín): Vuelto del latín růtum/ ruěre, significa arruinar, derribar,
derribar, algo que se está derrumbando.

Misoginia (griego): De origen griego, de las palabras miseo y gyne. Está
relacionado con el odio, la violencia o la aversión hacia la mujer. Desprecio
por los valores femeninos, ya sea implícita o explícitamente.

sábado, día sorprendentemente soleado para otros tan grises, las nueve de la mañana. Dinah condujo hacia la nueva casa de Camila Cabello en Jesmond, para otra de esas reuniones entre amigos a las que Noah Davies nos había invitado sin posibilidad de escape ni excusas.

Pensé varias veces en cancelar, fingir estar enferma o algo así, pero Camila me envió mensajes intimidándome para que apareciera y llevara a Madison para que pudiéramos abrir oficialmente la nueva casa, Ally insistió mucho también y Hansen simplemente hizo discursos gigantescos. que "si la
latina hiciera algo, definitivamente terminaría en la cárcel por homicidio
doloroso" Y me reí de todo, aceptando mi tortura pasiva agresiva cuando me
subí a ese auto, después de los varios monólogos súper protectores de Clara y Michael Jauregui, con Refinamientos de libertad que me animaron a vivir la vida y conocer gente nueva.

No estaban enojados por mi broma a Becker en Long Sands Beach.

Hice caso al consejo, me dirigí hacia la casa que mis ojos no reconocían al
100% y encontré personas que ya no me miraban con curiosidad sino con
emoción, mientras me abrazaban fuertente exclamando finalmente
"¡viniste!". Me sentí acogida por ellos y también comencé a albergar severos afectos hacia personalidades atrevidas y risueñas.

Eran buenas personas más allá de cualquier desacuerdo, y como dije
antes, eso poco a poco fue minando mi desconfianza hacia los adolescentes de secundaria.

–Pero... ¿Dios mío? La hija de puta es realmente rica. –Exclamó Dinah
asombrada al observar el revestimiento naranja de la casa con decoraciones rústicas y lujosas.

Cerca de la puerta de entrada, había una mesa con sillas hechas a mano donde unos niños jugaban a las cartas,
bebían, fumaban y ya completamente empapados junto a la piscina. El
extenso y bien cuidado césped estaba decorado con Saint James corriendo atrevidamente junto a Noah Davies, que huia del animal entre risas, mientras lucía sus brazos fortificados por músculos y su piel blanca y libre de tatuajes.

Como ya hemos dicho, la casa era tan exuberante como el nombre de Sinuhe Estrabao para la nueva cocina británica.

Sonaba surrealista y ligeramente inapropiado pensar en esas cosas, pero era imposible: ¿Cuánto había costado?

Había un ambiente animado por todas partes, la ex jugadora de voleibol tenía muchos amigos y había al menos veinte personas juntas.

–Oye, mi ángel. –Camila me abrazó fuerte y yo le correspondí con la
misma intensidad.

El regalo de ayer todavía derritió mis entrañas intensamente, resaltando
que estábamos en buenos momentos desde el día que la ayudé a pintar su
habitación, era hermoso poder abrazarla sin miedo ni temor, con la
sensación de que en cualquier momento todo llegaríaa su fin, fruición,
desmoronarse o algo así.

Eso no volverá a pasar.

Y hoy tampoco hablaremos de eso.

De nuevo.

– Hola, Mila. – Intercambiamos sonrisas y vi a la chica perderse dentro de la puerta, regresando poco después con un cubo de cervezas y una botella
de jugo natural que me arrojó, eran esas típicas botellas de gente fitness
en el gimnasio.

Camila - Camren (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora