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Daeron estaba en su habitación acostado en su cama mientras abrazaba la ropa de su hijo, volver a ver a Cregan fue como un golpe en el rostro, ya su hijo no estaba y aunque sus asesinos ya estaban pagando eso no era suficiente los responsables por su muerte aún estaban vivos y protegidos, escondidos en un castillo como las ratas que son, el omega se sentó al escuchar las puertas abrirse, pero al ver a su hermano suspiro y se volvió a acostar

Aemond miro a su hermano menor y con cuidado rodeo la cama para acostarse al otro lado, al ver la ropa de su sobrino en los brazos de su hermano suspiro y no dudo en abrazarlo

—¿Que van a hacer con él? — Daeron pregunto

Aemond dudo, pero respondió —Aegon y yo creemos que es valioso tenerlo aquí—

—Así todos verían como el norte apoya a los nuevos reyes y como Rhaenyra no tiene aliados fuertes—

—Los Arryn sigue a Rhaenyra, pero la mayoría de casas todavía no se deciden esto más que todo por Daemon, se dice que últimamente ha estado susurrando muy cerca del oído de Rhaenyra— Daeron sonrió al ver como todos poco a poco se daban cuenta de quien mandaba, pero Aemond se alejó para verlo a la cara —vine aquí a saber que quieres tu—

Daeron suspiro mientras miraba la ropa entre sus manos —Cregan nos falló tanto a mi como a Maelor— el nombre de su hijo hizo que su voz se cortara —pero es mejor mantenerlo cerca—

Aemond asintió —muy bien si es lo que quieres igual nadie espera que lo recibas con los brazos abiertos—

Daeron asintió mientras se volvía a acurrucar en los brazos de su hermano

Así los dos omegas permanecieron gran parte del día dándose consuelo y cuidándose el uno al otro

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Ya en la noche Daeron se preparaba para ir a dormir cuando escucho un golpe en la puerta con una mano en su daga se acercó y al abrir la puerta suspiro al ver a la última persona que quería en este momento

—¿Qué quieres? —

—Solo hablar— Cregan miro a su marido y su estómago se revolvió al ver el aspecto del omega lleno de ojeras y casación, Daeron suspiro pero abrió más la puerta para dejarlo pasar pero no soltó la daga que tenía en su mano

Cregan miro alrededor y se estremeció al ver la ropa de su hijo en la cama su leve aroma todavía estaba las prendas lo que hizo que el alfa tuviera ganas de llorar

—Lo siento— Daeron no lo miro cuando escucho esas palabras, solo se acercó y tomo las prendas de su bebe mientras las apretaba contra su pecho

—Tuve que rogar por la vida de mi bebe, pedí que me mataran a mí en su lugar— Cregan cerró los ojos con dolor al escuchar esas palabras —por un momento pensé que lo harían que me matarían— la voz de Daeron era hueca —pero segundos después vi la cabeza de mi hijo rodar por el piso mientras se reían, pensé que me volvería loco, solo recuerdo como el cuerpo de Maelor se enfrío en mi brazos mientras mi hermano interrumpía en la habitación y protegía a sus hijos, los protegió como yo no pude hacerlo y alguien se llevó la cabeza de mi bebe—

Cregan se acercó al omega, pero este se alejó y se sentó en la cama

—Por un momento mientras sostenía el cuerpo de mi hijo rogué por ti, porque vinieras y cumplieras tu promesa de protegernos, de proteger a nuestro hijo, en ese momento no me importaba la corana, el trono o los bandos, solo me importaba mi hijo, si tu hubieras estado ahí para protegernos yo mismo me hubiera arrodillado ante ti— Daeron alzo la mirada y la conecto con su todavía esposo —pero eso no paso, no estuviste ahí, no nos protegiste— Cregan callo de rodillas frente al omega mientras las lágrimas caían por su rostro y su corazón se rompía en mil pedazos al escuchar esas palabras porque eran ciertas, él había fallado, le fallo a su omega, le fallo a su hijos

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