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Cuando se abrieron las puertas de sus aposentos Aegon sintió que su corazón se detenía, pero al ver a maestre sonriendo este volvió a latir lentamente

—Felicidades su majestad su esposo lo ha honrado con 2 príncipes varones— Aegon simplemente abrió la boca en shock

—¿D-dos?—

—Así es su majestad, su esposo desea verlo— Aegon no lo dudo ni un segundo y entro a la habitación casi tirando al maestre por interponerse en su camino

Al entrar pudo sentir el aroma de su esposo las manzanas verdes ahora eran un pai de manzana que olía muy dulce, al mirar hacia la cama pudo ver a su esposo con dos bultos en cada brazo sin saber que hacer se quedó parado observándolo

Aemond alzó la mirada y le regaló una gran sonrisa antes de pedirle que se acercara, Aegon dudo por un momento pero después de 5 segundos se acerco a pasos largos hasta estar en la orilla de la cama

—Omega— susurró mientras empezaba a acariciar los cabellos plateados de su esposo ya que estaba desordenados, tanto el como su Alfa estaban felices de que su Omega estuviera bien

—Alfa— respondió Aemond con una sonrisa antes de acercarle uno de los bultos, Aegon trato de alejarse ya que no quería dañar a los bebés pero fue demasiado tarde

—Esposo mío, los dioses nos han bendecido con dos niños— Aegon fijo su vista en la pequeña bola de grasa que tenía en sus brazos y no pudo evitar enamorarse completamente de ella, era feo y arrugado pero era suyo, suyo y de su esposo, su hijo, guío su mirada al otro bulto en los brazos de su esposo y lo volvió a invadir la misma sensación solo que más fuertes, ellos eran sus hijos, eran solo suyos y de Aemond, Aegon no pudo evitar empezar a llorar de felicidad, al fin tenía una familia, al fin tenía algo que podía llamar completamente suyo y de su Omega

—Son hermosos Omega, lo hiciste tan perfecto— Aegon era consciente de que Aemond le gustaba que lo mimaran y el siempre se encargaba de elogiar a su Omega

Aemond no pudo evitar el sonrojo que apareció en su rostro y por su aroma el cual ahora era más dulce Aegon pudo decir que había dicho las palabras correctas

—¿Los nombraste?— lo normal era que el Alfa nombrará a los cachorros pero Aemond después de saber que estaba embarazado le dejo muy en claro que sería el, el que nombrará a su hijo después de todo fue el, quién que lo llevo por varias lunas, Aegon no protesto simplemente le dio un beso y le dijo que tenía razón

—Sus nombres son Gaemon Y Jaerion— Aemond pronunció los nombres de sus hijo con mucho orgullo— Gaemon es tu primogénito—

—Gaemon, primero de su nombre— Aegon probó el nombre de su hijo con uno de los títulos que algún día el pequeño heredaría— suena perfecto, y Jaerion es un nombre hermoso para la futura mano del rey, ¿no lo crees esposo? —
Aemond sonrió al imaginarse a él y Aegon coronando a su hijo para luego ver a su otro hijo ser nombrado mano del rey, los dos serían imparables tanto el como Aegon se asegurarían de eso

Después de todo son dragones y los dragones siempre consiguen lo que quieren 



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