capítulo 9

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Mientras Martín debatía en su mente sobre continuar o retirarse del concurso, uno de los jueces interrumpió su dilema diciendo: "Si aceptas continuar, el premio sería de 3 millones". Esta revelación sorprendió a Martín, ya que había accedido a seguir sin tener conocimiento de la cantidad exacta que podría ganar. Decidió seguir adelante.

Sin embargo, no se dio cuenta de que, con cada respuesta incorrecta, estaba retrocediendo en edad. Después de las preguntas sobre su infancia, se encontró respondiendo con sinceridad sobre su falta de tiempo para disfrutar de la niñez, lo que resultó en su rejuvenecimiento dos años, teniendo ahora 18 años.

El concurso continuó con preguntas sobre su ausencia de celebraciones de cumpleaños y sus peticiones de libros para estudiar. Pero llegó un momento crítico cuando, al responder la última pregunta, su voz se agudizó inesperadamente, provocando una vergüenza abrumadora en Martín.

Los jueces, al notar su reacción, decidieron darle un receso para que se refrescara la memoria antes de seguir. Cuando Martín ingresó a la sala de descanso, notó una extraña sensación en su ropa, pero no le dio importancia hasta que se vio en el espejo del baño.

Para su sorpresa y desconcierto, su reflejo mostraba un rostro juvenil de 15 años, dejándolo asustado e incapaz de entender qué había sucedido. La confusión se apoderó de él, y su mente se llenó de preguntas sin respuestas, sumergiéndolo en un estado de desconcierto y preocupación.

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