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pequeña notita: tengan en cuenta que oikawa no es igual de alto que en el anime, es un poco más bajo (siendo de la misma o menos estatura que iwaizumi).
contenido nsfw! ⚠️

Oikawa estaba agradecido con su decisión de no inducir ni una sola gota de alcohol en su sistema porque eso le permitió a su cabeza grabar con lujo de detalle la experiencia de ser apretado contra la cama por un cuerpo del doble de su tamaño y ser tomado en un beso tan desesperado.

El camino a la casa había sido en silencio, no había tema el cual necesitase platica, los dos se notaban ansiosos por tocar al otro e Iwaizumi no desperdició un segundo en demostrárselo cuando llegaron a su habitación.

Lo agarró, sus manos tomaron su cintura y lo pegó a su cuerpo mientras devoraba su boca en un intenso beso. A Oikawa le llevó un par de segundos adaptarse al brusco ritmo pero al contrario no parecía molestarle, estaba demasiado ensimismado en la tarea de acomodarlo sobre la cama y comenzar a desvestirlo. Sus inquietas manos se deshacían con desesperación de su pantalón, un gemido escapó de su boca cuando sus piernas desnudas fueron separadas y un duro Iwaizumi se presionaba contra su entrepierna.

Hajime aprovechó ese gemido para introducir su lengua dentro de la boca ajena y continuar siendo el que guiaba el beso. No le llevó más de un minuto en desnudar al chico sobre la cama pero se sintió perdido en una eternidad cuando se quedó admirando lo esbelto que era, lo blanca de su piel y lo marcada que era su cintura y pectorales. Deseaba llenarlo de marcas y chupones por todos lados.

Oikawa se deshacía en gemidos y jadeos al tacto, estaba demasiado sensible y avergonzado al mismo tiempo. Nunca había estado tan desesperado por ser tocado como en ese momento. Necesitaba que Iwaizumi lo tocara y besara como lo estaba haciendo, con tan poco él ya se sentía en los cielos.

Nunca jamás había estado en una posición tan vulnerable y nunca en su vida había estado tan desesperado por el toque de una persona desconocida.

Ni su primera vez con Kageyama se había sentido tan intensa. Y, si era sincero, ninguna de las veces que habían cogido podría ser tan memorable como ésta.

Y eso se debía exclusivamente a que Iwaizumi tenía algo que lo volvía diferente. Algo que lo mantenía al borde del incontrolable deseo y la fuerte necesidad de ser tomado por él, no sabía si era la dominancia que había establecido en el momento que pisaron la habitación y con la que él estaba completamente a su merced o si era lo increíblemente atractivo que era. Sus brazos tonificados por el laborioso trabajo al que se dedicaba, sus marcadas facciones, su cuerpo tan bien cuidado y tallado.

Se deshacía del placer en solo pensarlo. Se sentía adicto al toque del contrario sobre su cuerpo, los besos sobre su piel y las tímidas mordidas que le estaba dando, con el único propósito de ver que reacción obtenía. Su cabeza se encontraba en un limbo porque Iwaizumi no dejaba de tocarlo como nunca antes lo habían tocado.

No sabía que podía disfrutar tanto de unos besos o unas simples caricias y ahí estaba, un desconocido que conoció –irónicamente– hace tan solo una hora.

Y lo perdió todo cuando Iwaizumi cubrió su entrepierna con su palma, presionando sobre su endurecido miembro y arrancándole un vergonzoso chillido. Su respiración se agitó de repente y su pecho subía y bajaba de manera errática, pero Hajime había quedado fascinado con lo que obtuvo y la gran sonrisa en su rostro lo demostraba.

—No, espera...— murmuró en un jadeo porque no dejaba de frotar su palma contra su intimidad y él estaba increíblemente excitado por eso, pero estaba tan consciente en ese momento que la vergüenza había reemplazado toda excitación que tenía. No quería que se detuviera pero era patético como se retorcía por un frote tan simple.

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⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

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