CAPÍTULO 7| CELOS Y HOSPITALES

27 2 1
                                    

MADDIE

A ver, ¿como es posible que os conocierais así porque sí en el Joey's y ahora de repente os veáis casi todos los días?—preguntó confuso.

Solamente me encogí de hombros. Ni yo sabía explicarlo. Era muy raro.

—No lo sé. Pero bueno, cambiemos de tema: me han dicho por ahí que hay un chico—le piqué dándole codazos.

—¿Quien te lo ha dicho?

—¡Así que es verdad! ¡Lo había dicho de broma! ¡¿Y no me lo ibas a contar?! Que decepción.

—Oh, mira cuanto me importa—se puso una mano en la frente con dramatismo.

—No, ya basta, ahora en serio. ¡Dime quien es!

Avergonzado, agachó la cabeza.

—Se llama Víctor.

—Víctor. ¿Como se apellida?

—Culenns.

—Vict...espera, ¿Víctor? ¿Víctor Culenns?

—Es lo que te acabo de decir, sí. ¿Lo conoces?

—¡Trabaja en el Joey's! ¡Conmigo! ¡Es mi amigo! ¡Y no me lo contó! Será...

—Bueno, bueno, no lo insultes al pobrecito, que es mi novio.

—¡Y ENCIMA ES TU NOVIO! Necesito el chisme completo. ¿Como es que os conocéis si vivís cada uno en una punta de Inglaterra?

—Pues, no se si te lo contó, pero una vez había un evento raro en una parte del país para poder enseñarle Inglaterra a unos estudiantes de intercambio. No habían muchos voluntarios y dio la casualidad de que nos pusieron a los dos juntos. El evento duraba una semana entera, así que, como en los hoteles también íbamos juntos, nos enamoramos. En plan, no tan rápidamente. Cuando llegó la hora de irnos, nos dimos los números. Comenzamos a hablar por whats, e incluso quedamos algunas veces en algunos sitios para vernos y...así terminamos en una bonita relación a distancia.

—Wow, increíble. No me lo esperaba. Pero, fue como hace seis meses que Víctor me dijo eso...ósea, ¡lleváis seis meses ocultándomelo! ¡Seréis malos!

Alex se rio ante mi reacción. Después de aquella charla, decidimos ir a por unos churros con chocolate. La cafetería más cercana se llamaba Constanza. Solía ir varias veces para llevarle comida a Samantha y a los niños.

Alex empujó la puerta para mi y pasé dentro dándole las gracias. Mi mejor amigo decidió que nos sentaríamos en una mesa que quedaba al lado de un gran ventanal. No me quejé, aunque sabía que lo había hecho por mí, porque sabía que mi sitio favorito en cualquier lugar era ese. Le sonreí al sentarme. No sé qué haría sin él.

—Tengo que darte una noticia—me comentó mirándome a los ojos.

—Te escucho.

—Pues...lo he pensado mucho y... te necesito Maddie. Estoy muy solo sin ti en Sheffield.

—Pero si tienes a Jimmy, Natalíe, Kris, Leo...

—Ya, pero tú también sabes que no es lo mismo.

En esto tenía razón. Yo no sentía a las chicas de la banda taaaaaan amigas como me sentía con él. A ver, sí que son mis mejores amigas, pero es diferente, ¿sabéis?

—Y, ¿a donde quieres llegar con todo esto?—pregunté curiosa.

—Pues...

—¡Dímelo ya!

—Que...

—Vengaaaaa.

—¡Déjame hablar! ¡Si no, no te lo puedo decir!—suspiró—. Me mudo a Manchester, ¡sorpresa!

HEARTBREAKERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora