CAPÍTULO 9 PARTE 2|CÁNTAME UNA CANCIÓN AL OIDO

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Nos estábamos riendo todavía tumbados.

—No me puedo creer que solo te gusten los chicles de hierbabuena—dijo tapándose la cara con las manos.

—Ni yo que supieras actuar de Romeo.

—¡No te burles!—exclamó entre risas—. Mi madre me obligó cuando estaba embarazada, ¿vale?

—Lo que tú digas...

Nos quedamos admirando las estrellas juntos. Suspiré y sonreí.

—Así que...tocas el piano—repiqueteó su dedo sobre su mano.

—Sí. De hecho, estoy trabajando un poco una nueva canción que se me ocurrió ayer.

—¿Ah sí? Siempre me he preguntado como se os ocurren letras así tan rápido y de la nada. ¿Como lo hacéis?

—La verdad es que no lo sé—me encogí de hombros pese a que los dos teníamos los ojos clavados arriba—. Creo que solo es sentir el ritmo que has creado y, si se te ocurre alguna frase, la metes donde te de la gana y creas más parte de la letra. Lo ajustas al ritmo, haces unos ajustes...y ya está.

—Lo dices como si sonara fácil.

—Supongo que hay gente que nace para algo en específico, como tú con la fotografía.

—Yo también lo creo—acordó conmigo mi argumento.

Nos quedamos en silencio unos minutos antes de que yo volviera a hablar:

—Layla me dijo que debíamos replantearnos esto de no hacer giras ni subir nuestras canciones.

—Yo también lo creo—me miró—. Sois muy buenas y la gente os adora. Tenéis esa chispa en el es escenario que hace que la gente quiera saltar y bailar aunque no se sepa la letra.

—Gracias—murmuré.

—Sinceramente, deberíais de hablar de ello lo antes posible. ¿Has leído los comentarios del último post?

—No me ha dado tiempo.

Se sentó y lo imité. Sacó su teléfono del bolsillo para abrir las redes sociales. Entró a nuestro perfil y le clicó a la última foto subida. Salía Layla en el centro con nosotras tocando alrededor de ella. También se podía ver la gente que estaba en primera, segunda, tercera y cuarta fila. La fotografía era maravillosa. Le dio click al botón de los comentarios y me entregó el teléfono. Comencé a leer en alto.

>@Lovingthevibe156: Las adorooooo! Me gustaría que hicieran un tour por Europa.

>@Andrescupitajo_:): GUAPAS!!!

>@LukeHowlandpqmoristewey?/: Todos pedimos un meet&greet!

>@HelloKittyasterik: Donde es? Volverán a tocar? Que avisen porque quiero ir!

>@Rokinarroundthexmastree: Para cuando las canciones oficiales subidas a YouTube y Spotify????????

>@Naheedoo(Taylor's version): QUEREMOS VEROS EN PERSONA!!!!!!!!!! QUEREMOS CONCIERTOOOOOOO!!,

>@_straykidsofficialcount123: ayudémoslas a hacerse famosas! Compartid y seguidlas!

Te dije que eran increíbles—me recordó.

—Sí... y siguen. Dios, ya me he cansado de leer. Demasiado amor.

Me puse una mano en la frente con dramatismo y me volví a tumbar. Jax se rió de mí.

—Pero, ahora de verdad, me parece una buena idea. Vuestras canciones son pegadizas, tenéis buena voz y una fuerte amistad.

—No vale solo con eso. Hay que buscar esas cosas que promocionan, un manager...y no es fácil conseguirlos. Lleva tiempo. Pero, igualmente, tenemos que hablar todas.

Mi novio asintió con la cabeza. Minutos después volvimos a su casa. Nos tumbamos juntos en su cama. En mi estómago reposaba su cabeza. Mis dedos se enredaban en su pelo en un intento de masaje relajante. Paré cuando su respiración ya está muy calmada, pero levantó la cabeza y me miró con unos ojos suplicando que siguiera.

—¿Continuo?

Él solo asintió y volvió a su posición. Yo retomé lo que había parado.

—Maddie—me llamó.

—¿Si?

—¿Puedo pedirte un favor?

—Si quieres un masaje en los pies, no.

Conseguí que se riera.

—No, no es un masaje en los pies.

—Pues, dime lo que quieras.

—Me da vergüenza—admitió.

—Nos tenemos confianza, ¿no?

Noté como asentía con la cabeza. Rodeó mis caderas con sus brazos y, como distracción, con sus dedos comenzó a jugar con mi perforación del ombligo.

—Venga, que se que te mueres por decirlo.

Giró su cuello y sus ojos verdes, bonitos y llenos de vida, se clavaron en los míos. Sonreí con dulzura.

—¿Puedes...? ¿Puedes cantarme una canción?—susurró.

*Sus palabras me dejaron sin habla y sin aire. Me acordé de él y de sus ojos malvados color ámbar. De esa jodida canción que casi me deja sin pierna*.

—¿Todo bien?—preguntó.

—Eh... sí. Claro. ¿Que quieres que te cante?

—Alguna de Lana Del Rey. Me apetece.

Asentí con la cabeza y volvió a girar el cuello. Aunque no tenía una voz tan bonita como la de Layla, pronuncié la letra de la canción. Cuando se durmió del todo, me quedé mirando el techo.

Últimamente no se salía de mi cabeza el momento en el que vi la sombra de Jake. Me atormenta en las pesadillas y me levantaba asustada y sudorosa. Me acordaba de todas las veces que me mintió. Y de las que me defraudó.

En la mesilla de al lado de la cama vibró mi móvil indicándome que había recibido un nuevo mensaje. Era un número desconocido que no tenía guardado. Abrí el chat y lo leí para mis adentros.

Espero que te la estés pasando bien con tu osito. Disfrútalo mientras puedas.

Lo reconocí de inmediato.

Jake.

*leer parte llamada * *

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