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Felix observa con reproche a Hyunjin pero no hace nada más que seguirlo. El alto prefiere no hablar con Felix, en cambio le da igual que lo siga a todas partes como si fuera un chicle pegado a el, pero por más que le había pedido que no lo hiciera Felix seguía haciendo lo mismo.
— ¿Aún no te cansas? — Vuelve a preguntar Hyunjin, mientras se sienta en un banco, el parque está completamente solo apesar de ser las dos de la tarde.
Felix se encoge en hombros y se sienta junto a Hyunjin, lo observa sacar un cigarro y encenderlo.
— De verdad deberías dejar de hacer eso. —
Hyunjin suelta un suspiro, apoya por completo su espalda en el respaldar del banco y entonces cala el humo del cigarrillo, expulsandolo libremente.
Felix sabe que el no hará caso a lo que dice, así que prefiere rendirse por ahora. Toma su celular y pasea sus dedos por la pantalla sin saber que hacer o decir.
— ¿Por qué de repente quieres de mi amigo? — Pregunta Hyunjin.
Felix muerde sus labios. — No lo sé. Simplemente quise serlo. —
Hyunjin suelta una carcajada profunda, mientras suelta la colilla del cigarro en el césped y Felix de inmediato la toma entre sus manos.
— No puedes hacer esto, Hyunjin. Si te observan estarás en graves problemas. —
Hyunjin logra rodear los ojos, pero entonces todo su momento de tranquilidad se ve interrumpido por alguien más.
Felix siente su garganta secarse y el nerviosismo lo invade cuando la pelinegra lo observa con el ceño fruncido.
— ¿Lix? — Lo llama ella, paseando su vista por Hyunjin, el cual está bastante abstiado de su presencia. — ¿Que carajos? ¿Por qué el está junto a ti? — La forma en la que habla le deja claro a Felix que está molesta.
El rubio no sabe que hacer, pasea sus ojos hacia donde está el alto y este simplemente se pone de pie.
— Paseaba por aquí y lo observé. Quise preguntarle por un proyecto, no presto atención en clases así que no sabía de qué se trataba. — Se excuso el, con total tranquilidad mientras fijaba sus oscuros ojos en Felix. — Gracias por tu ayuda, Lee. — Y sin decir nada más Felix lo observa marcharse con lentitud y desgano.
— Oh, que miedo. ¿Que tal que te quiera hacer algo, Lix? ¿Y si se enteró que lo quieres sacar de la clase y te está siguiendo para asesinarte? ¡Es un completo desquiciado! —
— Y-yo... Lo siento, Yuna. Mamá dijo que no tardará así que me tengo que ir. —
Yuna lo observa fíjamente, entonces su expresión se deforma mientras asiente levemente. — Si, entiendo. —
La pelinegra lo observa ponerse de pie y caminar. No le puede importar poco, así que simplemente sigue su camino hasta donde sus amigas la esperan.
Felix corre rápidamente al no tener señales de Yuna, observa la chamarra de cuero y ese cuerpo alto e inconfundible un poco más al frente de el caminando con lentitud mientras observa a su alrededor. No espera más, simplemente corre con rapidez evitando perderlo, pero es lo suficiente torpe como para tropezar justo cuando lo alcanzó, sintiendo su ropa y rostro llenarse de barro por la fuerte lluvia de la noche anterior.
