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Hyunjin camino con lentitud por los pasillos desolados de la institución. Los momentos pasados aún se reproducían en su mente y eso instintivamente lo hacía sonreír.
— Perdón si fue muy atrevido de mi parte... Pero quiero intentar esto contigo.
Felix había decidido comenzar una relación, en la que planeaban encontrar sus propios sentimientos y Hyunjin no pudo evitar rechazar esto.
Saco uno de sus cigarrillos favoritos y lo encendio, inhalando el humo mientras salía por fin de aquella carcel. Camino con tranquilidad por las calles, hasta que alguien más se hizo a su lado.
Viro un poco sus ojos para ver esa inconfundible cabellera rubia. Felix tomó su mano y sin decir nada camino junto a el.
— ¿No tenias que ir con tu madre? — Pregunto el pelinegro, a lo que Felix simplemente se encogió en hombros.
— Tuvo un percance, así que ahora estoy completamente libre. — Sonrió, mientras alzaba su cabeza para observar a Hyunjin.
El alto solo soltó un a pequeña risa, mientras seguía caminando a la par de Felix, llegando hasta el hogar del más alto.
Para suerte de Felix, Jeongin no se había aparecido en estos días, lo que significaba que podía tener a Hyunjin solo para el, sin ningún tipo de interrupción de por medio.
Se sento en uno de los muebles soltando un suspiro agotador, mientras observaba como Hyunjin servía algo de agua para el y la extendía, tomando el vaso de agua y agradeciendo.
Hyunjin se sento a su lado, soltando un pequeño bostezo mientras cruzaba sus piernas y observaba con pereza la televisión que Felix acababa de encender.
— ¿Hyunjin? — Llamo el rubio. El alto giro su cabeza para observarlo. — ¿Puedo besarte?
El pelinegro lo observó con confusion un segundo, pero después simplemente rodeo la nuca de Felix y lo atrajo hacia su rostro, besando los suaves labios de Felix, escuchando el pequeño suspiro que soltó el rubio.
Felix movió sus labios, sintiendo el sabor a cigarro en su lengua, también como el piercing que tenía Hyunjin en su labio rozaba los suyos, dejando una pequeña sensación fría en el beso que lentamente se estaba tornando más húmedo y caliente.
Hyunjin tomo la cintura de Felix, atrayendolo hasta sentarlo en su regazo, acariciando el cabello que bajaba hasta la nuca de Felix, introduciendo su lengua en la cavidad bucal del pecoso.
— H-hyunjin... — Felix jadeo con satisfacción, sintiendo la saliva escurrirse atraves de su comisura. Abrió mucho más su boca, ladeando su cabeza a un lado para que Hyunjin tuviera mucho más acceso.
El pelinegro bajo sus manos hasta los glúteos de Felix, sosteniendolo con firmeza mientras el rubio se encargaba de besarlo con desespero, mordiendo su labio y estirando justo donde estaba el piercing decorando los suaves y gordos labios de Hyunjin.
