Harem Multiversal +18

Medir, Tejer, Follar

En medio de una oscura y lluviosa noche una joven adolescente cambiaba de forma cuidadosa y con miedo a travez de las calles tratando de pasar desapercibida entre las lámparas de vela y los callejones sucios y oscuros de este pueblo Victoriano.

D-diablos. D-debi pedirle a mi señor que me acompañara a mi casa. En un susurro tembloroso y aterrada ante el más pequeño sonido la joven peli negra solo siguió con su camino sintiendo como si tuviera un puñado de miradas en su espalda, teniendo que acelerar el paso para no sentirse tan expuesta a estas altas horas de la noche.

Tra-tranquila aiko, estas en la ciudad. Debe haber alguna estación de policías cercana. La joven habló para si misma mientras miraba a todas direcciones pero simple y sencillamente no había ningún lugar cercano en el que pudiera refugiarse de la lluvia y parecía que con cada lado que daba la oscuridad cubría más y más las calles, por lo que al darse cuenta que este camino era el incorrecto la adolecente se dio media vuelta pensando en regresar por donde vino pero para su desgracia al hacerlo se percató que ya no estaba sola.

Hey hey hey, ¿Que hace una niña asustada por aquí?, ¿Que no sabes que es peligroso andar por estas calles señorita?. Con un tono burlón y altanero un hombre de quizá cuarenta años y vestimenta no muy elegante salió de un callejón cercano a la reconocida como aika, cosa que asustó enormemente a la joven pero esta no tuvo la oportunidad de correr pues sintió que chocaba con alguien.

Miren sus ropas, parecen muy caras, ¿acaso eres la hija de alguna familia rica mujercita?. Chillando como un cerdo una mujer vieja y de cara desagradable jugó un poco con los hombros de la chica peli negra antes de arrojarla sin cuidado a un lado de la carretera, acto que casi hace caer en un charco a la la misma.

Yo-Yo soy l-la ayudante de un maestro, m-mi ropa fue un regalo de mis padres antes de llegar a la ciudad, por-porfavor, yo no tengo nada de valor. Aika trato de hablar mientras retrocedía viendo a las dos figuras que se acercaban a ella, no tenían cara de buenas personas y estaba claro lo que querían hacerle pero aunque la chica consideró por un segundo correr, de dio cuenta de la peor forma que en realidad nunca tuvo esa opción cuando unas manos flacas y para nada amables la tomaron de los senos y trataron de arrancarle su camisa, siendo que cuando la soltaron esta tenía solo su sostén cubriendola.

La ayudante de un maestro a estas altas horas de la noche, no me digas idioteces niña tonta. Un anciano de apariencia decrépito habló con molestia mientras empujaba con fuerza a la pobre chica que no se pudo sostener, callendo de cara en el fango mientras sentía como una patada le era dada en el estómago siendo dada por el mismo viejo.

Ey idiota, podíamos vender esas ropas por algo de dinero. El hombre molesto grito mientras se hacercaba al anciano el cual parecía restarle importancia a dichas palabras.

Callate, la última vez que nos encontramos una niña estúpida le cortaste el cuello antes de yo me la pudiera coger. El viejo habló enfadado, empezando a someter a la chica enfrente de sus dos cómplices los cuales solo observaban molestos por el asalto feutrado pero dándoles igual el sufrimiento de la joven la cual empezó a gritar con todas sus fuerzas tratando de que alguien la ayudase, pero en su lugar lo único que ganó fue múltiples golpes dolorosos por partes de aquel hombre decrépito que babeaba por cada prenda que le quitaba a su víctima.

Ya callate de una puta vez perra, o te cortarme la lengua. El anciano habló con un tono agresivo pero victorioso al ver el cuerpo completamente desnudo de la joven, no teniendo problema en abrirle las piernas a la chicas para tratar de empezar su perversión.

AYUDA... AYUDENME. La chica tímido con pavor y desesperación, llorando al sentir las a asquerosas manos de este hombre sobre su golpeado cuerpo, solo pudiendo esperar con asco y terror que este maldito montro abusara de ella y luego la mataran, rompiendo en llanto mientras sus fuerzas se iban por completo.