Harem Multiversal +18

Amor, Sexo y Sangre

¡¡Eres un verdadero imbécil!!, ¿No podías haberme dicho que querías que te mostrará la ciudad en vez de sacarme de tu departamento de golpe?, y ni siquiera me dejaste vestirme, podría acusarte ahora mismo como un acosador para que te metan preso. Con una mirada molesta y gritando a todo pulmón la prostituta de nombre kyuoka no dejaba de quejarse mientras caminaba a mi lado, temblado por el frío de la mañana ya que su única vestimenta era mi camisa y suéter que le tapaban hasta las piernas.

Considerando la ropa que usabas antes, no hay mucha diferencia. Dije con una cara cansada, ya había perdido a este punto un montón de valiosas horas por dejarme llevar en la orgía y lo menos que necesitaba es que una puta callejera se quejara sin parar en vez de ser útil, tanto que pese a mi situación financiera en torno a puntos simplemente compre las primeras prendas que vi en mi sistema y se las lance a kyuoka para que se callara de una buena vez, 390 puntos tirados a la basura...

Si bien la callejera estaba sorprendida por la manera tan repentina en la que había sacado ropa de la nada, esta rápidamente se vistió con el traje contra invierno que le lance, teniendo que dejar el cierre de la chamarra a la mitad pues sus pechos eran tan grandes que no cabían en la prenda, aun así la acción cumplió su productos puesto que la rubia por fin dejo de gritar, dándome unos tan anhelados segundos de paz en las cuales pude únicamente concentrarme en el agradable frío mañanero de estas calles, de echo apenas hasta este punto note que estaba caminando por una zona de fabricas.

Me pudiste haber pedido la talla idiota. Pero te la perdonare porque es la primera vez en un buen rato que tengo algo decente de vestir. De cualquier manera eres nuevo en esta ciudad?, porque sí no, no tengo ni la menor idea de que haría un tipo rico en un auto lujoso con una orgía de mujeres en la zona mas miserable es mushutafu. La morena dijo con un tono ahora burlón acomodándose a mi lado para abrazar mi brazo por el frío.

Estuve apunto de responder con obviedades, sin embargo antes de darme cuenta algo peculiar ocurrió o mas bien, alguien peculiar paso delante de nosotros, un hombre con cara tortuga vistiendo un traje de oficinista el cual caminaba por la misma calle que nosotros, siendo que al mirarlo kyuoka parecía tan normal con este individuo que no supe que pensar.

Porque te quedaste callado?... Tienes cara de nunca haber visto a un tipo mutante cuando tenias a esas chicas en tu grupo. Al notar que me puse un poco nervioso kyuoka miro al tipo con cara de tortuga que andaba por la acera antes de sencillamente quitarle toda la importancia del mundo.

De cualquier manera si una linda chica quieres para guiarte por este pueblucho de porquería estas de suerte, tu amiga kyuoka esta aquí para ayudarte, a cambio de una pequeña compensación claro. La puta con la cara mas descarada que se podían imaginar me sonrió, sin embargo estaba consciente que posiblemente ella trataría de llevarme a lugares caros nuevamente para sacarme todo el dinero posible o algo por el estilo, así que sólo seguí con mi andar tratando de no perder mas tiempo.

No tengo la intención de ser un turista, solo estoy en este sitio para buscar a un tipo, y si me ayudas a llegar a el te podría ofrecer lo que tu quieras, pero necesito que sea lo mas rápido posible. Aun sintiéndome raro por el encuentro anterior solo dije aun caminando sin rumbo siendo que nuevamente hubo un encuentro con alguien extraño, se trataba de una chica con pelaje de oveja y piel rosa la cual paso junto a otro grupo de colegialas aparentemente dirigiéndose a la escuela, y así mismo, al llegar a la siguiente esquina que daba una vista clara a lo que suponía era una calle principal de la ciudad pude notar que la gente peculiar era mucho mas comun de lo que pude imaginar hacer un par de segundos pues así como antes muchas personas que caminaban, conducían o vendían en los pequeños locales de esta calle eran individuos de apariencia rara o que destacaban enormemente, ya sea por tener la apariencia física de un animal humanoide, tener objetos aleatorios unidos a sus cuerpos o simplemente gente que tenia algo extraño en ellos, como cuatro pares de ojos o un cabello aparentemente vivo, todos estos siendo ejemplos de personas que podía ver y actuaban tranquilamente. Incluso pudiendo ver a otro grupo de colegialas tomándome una foto mientras se alejaban con sonrojos y risitas juguetonas, haciéndome recordar que iba con el torso al descubierto, pareciendo que a nadie le importo cuando simplemente compre una polera de mi sistema.