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Los recién casados habían llegado a la ciudad hace unos días, después de la luna de miel, que fue un agradable viaje. Se les veía más felices que nunca, ambos estaban brillando. George deseaba ver a sus amigos, pues no había tocado el teléfono en todo el viaje y quería asegurarse de que todos estaban bien.

Ahora, los amigos se encontraban en la heladería donde todo había iniciado. Era el día libre de Karl, y evidentemente le era curioso estar en el pintoresco lugar sin tener que estar corriendo de un lado a otro sirviendo a los clientes.

-¿Quackity va a venir?- Preguntó el rubio y Sapnap asintió con la cabeza.

-Sí. Fue a recoger a Wilbur. No creo que tarden mucho.- Dream no añadió nada más a la conversación, pues le era una respuesta satisfactoria, pero a George le picaba la curiosidad. 

-¿Cómo están las cosas entre ellos?- La pareja frente al matrimonio sonrió cómplice. 

-Quackity está muy ilusionado, la verdad. Las cosas entre ellos van más rápido de lo que imaginaba, pero creo que están bien con ello.- Karl asintió.

-Jamás había visto a Wilbur tan cariñoso con alguien. Hacía un tiempo que no sabía de él, pero ahora me manda mensajes todo el tiempo para contarme lo feliz que está.- George sonrió en grande. -Y fue en mi boda donde se conocieron, siento que necesito los créditos.

-Pero fui yo quien lo invitó.- Dream frunció el ceño.

-¿A sí? Pues fui yo quien...- Sapnap ignoró completamente a los chicos, pues era una de esas discusiones que la pareja solía tener. Aunque nunca pasaban de lo verbal y las peleas eran más en tono de broma.

-¿Tengo algo en la cara?- El castaño habló por lo bajo al darse cuenta de que Sapnap lo observaba fijamente.

-Belleza.- Karl soltó una risa. Se cubrió media cara con su camisa, así, además, podría ocultar ligeramente su sonrojo.

Las dos parejas siguieron hablando entre ellos. Cada pareja en su propio mundo. Quackity y Wilbur todavía no llegaban, y ese día en especial, la heladería estaba algo vacía.

-¿Puedo pedir su orden?- Karl giró la vista y se encontró con su compañero de trabajo, quien les miraba con una amigable sonrisa. Sus ojos brillaban en inocencia y curiosidad. Karl enarcó una ceja.

-¿Desde cuando nos acercamos a pedir órdenes?- Spreen se encogió de hombros. En sus manos sostenía un pequeño cuadernillo y un bolígrafo.

-Desde... ¿Hoy?- Karl rodó los ojos, después le dio la espalda con una sonrisa. -¡Es que no me habías presentado, y tengo mucha curiosidad!- Sapnap rió levemente, pues recordaba a la perfección a aquel chico.

-Soy Sapnap. Un placer.- Estiró la mano en su dirección y Spreen la aceptó con los ojos brillando de emoción.

-Eres tan amable cuando no sales corriendo.- Murmuró por lo bajo. Karl estiró su propio brazo para cortar el agarre de ambos chicos y carraspeó falsamente.

-Bueno, él es Sapnap, mi alma gemela. Sapnap, él es Spreen, amigo y compañero de trabajo.- El recién mencionado volvió a sonreír dulcemente en dirección del de bandana.

-Bueno, creo que tengo que seguir trabajando.- Se alejó de la mesa con la misma rapidez con la que se acercó, dejando a los cuatro chicos solos de nuevo.

Quackity y Wilbur llegaron poco después, todo el grupo estaba completo y hacía unos segundos habían regresado a la mesa después de ir a pedir sus helados.

-¿Cuando entras a la universidad?- Preguntó Wilbur. Después le dio un rápido lengüetazo a su helado, haciendo sonreír en grande a Quackity.

-La próxima semana.- Sapnap también miraba a su pareja como si fuera la obra de arte más preciosa del planeta. Los dos hablaban animadamente mientras sus parejas los observaban con atención y gran devoción. Los únicos que se daban cuenta eran George y Dream, que habían preferido mantenerse alejados de la conversación solo para observar a los chicos.

-Me recuerdan tanto a nosotros.- Habló Dream por lo bajo.

-Nunca me hubiera imaginado que Karl y Sap terminarían juntos, pero mira a Sap, se le nota a kilómetros lo enamorado que está.- Dream asintió. -Me alegra que haya sido él.

-¿Y Quackity? Como mira a Wilbur.- George suspiró.

-Aunque las miradas más bonitas son las que me dedicas.- Dream rió levemente. Sus ojos se conectaron. El color lila en sus orbes no se hizo esperar. Todas las personas en esa mesa estaban enamorados de alguien, y probablemente era una hermosa escena vista desde afuera.


Muchas gracias por leer, como ya mencioné antes esta historia es una adaptación de "Rosa pastel" de DiscordZorrAa.


LILA PASTEL | karlnapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora