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El de gorro le sonrió con un poco de vergüenza al castaño antes de salir corriendo detrás de Sapnap. Karl se quedó ahí, estático, intentando comprender aquel reciente encuentro.

Diariamente convivía con un montón de personas, a quienes tenía que sonreír y tratar con amabilidad, jamás pensó que una de esas personas lograría que sus ojos brillaran en lila, que le haría sentir una descarga eléctrica. Y mucho menos pensó que tal persona sería alguien con pareja. Entró de nuevo a los vestidores.

-Spreen...- El mencionado ni siquiera se esperó a que terminase de hablar, pues lo interrumpió de golpe.

-¡Sus ojos brillaron!- Karl asintió con la cabeza.- ¡Encontraste a tu alma gemela! ¡Es increíble!- Se le notaba eufórico. El castaño sentía su cara arder de vergüenza. -¿Cómo se siente?

-En cuanto me acerqué a ellos el ambiente se aligeró. Cuando nuestros ojos se conectaron sentí un hormigueo por todo mi cuerpo, el tiempo se detuvo y me costó demasiado trabajo lograr quitar mis ojos de los suyos.- Spreen lo observo con una hermosa sonrisa, mientras sus orbes brillaban. -Me han gustado varias personas a lo largo de mi vida, pero jamás había sentido algo así...

-Ojalá yo encontrase a mi alma gemela.- Karl le sonrió con cariño. -¿Vas a ir a buscarlo?- Negó con la cabeza.

-Salió corriendo.- Spreen analizó la situación mientras rascaba su mentón en busca de concentración.

-Hombre, imagínate encontrar a tu alma gemela, sin previo aviso en una heladería.- Karl rodó los ojos.

-¡Encontré a mi alma gemela, sin previo aviso en una heladería!

-Podría estar en el parque, hay uno no muy lejos de aquí. Tómate el día, yo te cubro.- El castaño trastabilló un poco.

-Quizás no esté... Además, venía con su novio.- Spreen le dio un leve golpe en el hombro.

-No sabes si es su novio, y el alma gemela eres tú. Deja de negarte las cosas y entrégate a lo que la vida te está ofreciendo.

Karl pareció analizarlo por unos segundos y sonrió en grande. Se desató el delantal y lo dejó en manos de su amigo para después salir corriendo. Spreen lo observó con una sonrisa mientras se dirigía al mostrador, su turno había terminado, pero le haría el favor a su amigo... No todos los días encuentras a tu alma gemela.

LILA PASTEL | karlnapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora