13.

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"Marcos"

La ira me comió por dentro haciendo que me hiciera daño mientras hacía el ejercicio, por lo que pare antes de lesionarme.
Me metí en los vestuarios y me di una ducha rápida para luego salir del gym disección al piso de Gabi, no sin antes mirar a hacia las máquinas donde estaba Andrea, se estaba riendo con ese imbecil.
No podía creer que haya destruido nuestra bonita relación de tres años por la culpa del puto alcohol.

Rato después llegue donde me estaba quedando con mi amigo.
Al entrar al piso lo vi con Cris su novia, estaban viendo una película romántica, lo que daría yo por hacer lo mismo con Andrea.
—¿Que te pasa bro?¿Un día malo en el gym?
El solía acompañarme, pero se hizo un esguince en el tobillo la última vez y ahora esta de reposo.
—Peor— dude un momento si contarlo o no ya que estaba su mejor amiga delante, pero al final lo hice, tal vez ella me ayudaría a recuperarla—He visto a Andrea con otro en el gym.
—¿Y que esperabas?¿que te quisiera después de lo que le hiciste?
—Yo la quería de verdad vale, estaba demasiado borracho, no sabía lo que hacía, pensé que era ella.
—Si claro, seguro que era por eso.
—Amor, lo dice de verdad, somos mejores amigos desde hace quince años y nunca lo he visto mirar a nadie con tanto amor como lo hace con ella.
—Te lo juro Cristina, yo la amo, no me imaginó una vida sin ella, quiero hacerlo todo a su lado, quiero que sea la mujer por la que espere en el altar, la madre de mis futuros hijos, la persona que cuando muera esté enterrada a mi lado—las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas- quiero recuperarla, que volvamos a estar juntos,¿Crees que me puedes ayudar?
—Puedo intentar que vuelvas a hablar con ella, pero no te prometo nada. Estuvo noches llorando por ti, empezó a ir al psicólogo, y con su prima salía para poder olvidarte, le cuesta mucho no pensar en ti, lo que le hicisteis es difícil que te lo perdone, no solo por el simple echo de que fue una infidelidad, si no porque fue con la persona que más odia.
—Ósea que la he jodido pero bien.
—Ya lo tengo, mi amor, mañana venís las dos a comer y les dejamos solos para que hablen y lo intenten solucionar.
—Siiiii.
—¿Y si ella no quiere hablar conmigo?
—Si se verdad estáis destinados a estar juntos lo arreglareis. Tú solo confía.

Lo que quedaba de día paso volando, yo ya estaba en la cama, pero no era capaz de dormir.
¿Como le explicaría todo esto mañana a Andrea?¿Como haría para volver a ganarme su cariño y su confianza?

Al final me quede dormido sin darme cuenta, sonó el despertador y me fui a la uni, esta carrera me estaba matando y mas sin tener a mi punto de apoyo dándome fuerzas para seguir.
Antes de ir a comer fui a por un ramo de flores frescas, las favoritas de Andrea.
Una vez llegue las deje encima de la mesa de mi cuarto y mi arregle un poco para estar más presentable, el frío ya se empezaba a notar por lo que me puse una sudadera gris Nike y unos vaqueros azules eléctricos.
Cinco minutos después tocaron el timbre y Gabi me pidió que fuera a abrirla mientras el terminaba de colocar las cosas.
Abrí la puerta con cuidado, estaba nervioso, no sabía cómo iba a reaccionar.
Entonces la vi, vestía con un jersey suelto y unos vaqueros grises desteñidos rotos no lo siguiente.
Vi como sus pupilas se dilataron lentamente y sus ojos empezaron a brillar, era ese brillo el q me atrapaba.
—Hola.
—Hola, pasad la mesa ya está.
—Bien voy a ayudar a Gabi con lo que le queda.
Cris entro a la casa con brusquedad y se dirigió rápidamente a la cocina. Por suerte en breve llegaría mi hermano, quien me ayudaría a que me creyera.
—Andrea, podemos hablar, no me atreví a decírtelo por móvil.
—Supongo que si, no me apetece ser sujeta velas esta noche.
—La noche...en la que pasó todo eso...no sabía lo que hacía...estaba muy borracho ella se acercó y me besó pensé que eras tú pero en cuanto reconocí que no eran tus dulces labios me separé de ella...—ella no decía nada, estaba nervioso—ese beso no significó nada para mi... y no sabes cuanto me duele no despertar cada mañana a tu lado como lo habíamos planeado siempre, como me duele verte ir al gym con otro y hacer cosas con otro que ni sea yo...

Una perfecta casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora