Capítulo 15

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Daniela sale del baño envuelta en una bata y casualmente ocurre en el mismo momento en que María José, envuelta con una toalla, entra a su habitación para cambiarse de ropa.

—Debo vestirme, aquí está mi ropa, esta es mi habitación.—Titubea nerviosa la morena.

—Sí, claro, adelante.—Responde la castaña.

—No creo...que tu ropa se haya secado.—Murmura María José.—Pero, tengo algo de ropa. Puedo darte algo si quieres.—Le ofrece.—Un momento.—Camina hacia su closet.

—¿Necesitas ayuda?—Pregunta Daniela.

—No, no. Ya está.—Contesta la morena y sale nuevamente con la blusa que tomo la noche anterior y un pantalón de chándal de color negro.—Eh... Aquí tienes.—Le entrega la blusa.—Y este pantalón...—Balbucea tímida.

—Esta es mi blusa. ¿La has conservado durante tantos años?—Replica la castaña con una ceja alzada.

—No. ¿Por qué iba conservarla? ¿Para qué iba a guardar tu blusa?—Miente María José.—Debe haber venido con la mudanza.—Inventa una excusa.—La verdad, no había revisado bien esas cosas.—Vuelve a mentir.

—Entiendo, bueno, ya pedí que me trajeran ropa. No creo que tarden mucho en llegar.—Contesta Daniela sentándose en la cama.

—Mientras tanto puedes usar eso.—Ofrece la morena.

—María José, los panqueques...—Habla Kim entrando a la habitación.

Al verlas, abre la boca sorprendida. Desde afuera la situación se malinterpretaba fácilmente: ambas están cubiertas apenas por la bata de baño y la toalla respectivamente, están en una misma habitación y además, Daniela se acerca más a la morena, casi abrazándola.

—Kima. ¿Cómo estás?—Saluda divertida la castaña.

—No es lo que te imaginas.—Le aclara María José de inmediato.

—¿y qué es lo que imaginas?—Replica Daniela con una sonrisa socarrona.

—Kima...—Le advierte la morena alzando el dedo índice, mientras que ella sigue en la misma posición, sin moverse ni hablar.—¿Qué podría imaginar? Está impactada.—Le responde a Daniela.—Kima, no es lo que te imaginas.—Vuelve a hablarle a su amiga.

—Me pregunto que está pensando.—Murmura la castaña.

—Nada de eso, Kima.—Insiste María José.

—¡Ya desperté!—Grita Kiraz desde su habitación.

—Bueno, entonces....vístete.—Pide la morena mirando a la castaña.—Kima, salte.

—De acuerdo.—Responde Daniela en doble sentido.

—También voy a salir.—Aclara María José.—Kima, vámonos ya.—Vuelve a hablarle a su amiga.—Tú vístete.—Le pide a la castaña.

—Quédate ahí. Yo me voy.—Reacciona Kim.

—No, yo también me voy.—Sonríe divertida la morena.

—Se quemó el desayuno.—Asume la rubia antes de salir de la habitación.

María José suelta una carcajada, sintiéndose entre nerviosa y divertida con la situación.

—¡Vaya! Yo también me voy.—Camina hacia la puerta.—Vístete, y cuando estés lista...—Trata de decir.

Sin embargo, no alcanza a terminar la oración porque Kim la hala del brazo y se la lleva.

—No, yo puedo...—Murmura Daniela al aire.

Y desde afuera, se escuchan los gritos de emoción de la rubia, imaginando la posibilidad de que hayan regresada.

¿Será qué es amor? 2 - Adaptación Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora