Capítulo 10

1.5K 99 28
                                    

La pareja de exnovias llegan casi al mismo tiempo a la terraza ubicada junto a la playa donde se lleva a cabo la cena. Cuando Daniela se gira al sentir su presencia, lo hace junto con las camareras, quienes revelan sus máscaras. Ver a 10 personas con la cara de su ex hace que María José se desmaye y, como en el pasado, son los brazos de la castaña los que la sostienen para evitar el impacto con el piso.

—¿María José?—Murmura Daniela intentando despertarla.—¡María José!—Le habla más fuerte.

Sin embargo, la morena no reacciona. Por eso mismo, decide recostarla en una banca para que sea más fácil despertarla y no corra riesgo de que se caiga al piso.

Por otro lado, Oliver finalmente llega a la casa de María José y cuando Kevin le abre la puerta, lo persuade para poder entrar y cumplir con la tarea que su jefa le encomendó. Lo cual no resulta difícil, pues el pelinegro lo deja entrar casi de inmediato.

—¡María José!—Habla castaña, agachada junto a ella.—María José. María José, María José.—Le mueve la mano varias veces para intentar despertarla.

La morena abre los ojos lentamente y poco a poco va recobrando la consciencia.

—¿Me desmayé?—Murmura confundida la morena, llevándose una mano a la cabeza.

—Sí, todavía te desmayas.—Responde Daniela.

—Hacia dónde miraba estabas tú.—Replica María José aturdida.

—A eso se le llama amor, María José.—Contesta la castaña.

—No era eso, no era eso.—Se defiende la morena, sentándose bien.—Fue como una pesadilla. Eran muchas Daniela mirando y me cuestionaban.—Se lleva nuevamente la mano a la cabeza.

—Sí. Es amor.—Afirma Daniela.

—Ya no digas tonterías.—Responde María José fastidiada.

—¿Así que todavía te desmayas?

—Ya no, la última vez me pasó contigo. Por lo tanto, eres tú la que me estresa. Alteras mi equilibrio mental.—Contesta la morena.—Me altero demasiado y por eso me desmayo. Cuando no estás cerca, no tengo problema.—Rueda los ojos.

—Pues yo te veo muy bien.—Dice Daniela.

Y señala hacia la mesa que se encuentra al fondo, en donde los demás esperan.

—¿Estás bien? ¿Necesitas algo?—Pregunta la castaña mientras ella abrocha sus sandalias.

—Ya te dije que estoy bien.—Responde María José poniéndose de pie.

—¿Segura?

—No quiero ir a esa cena.—Admite la morena.

—De todas formas, vamos.—Contesta Daniela, poniendo el brazo en su espalda, para llevarla con cuidado.—¿Estás bien?—Vuelve a preguntar.

—Sí.—Afirma María José, masajeando su cabeza.—Estabas por todas partes. Fue algo tan absurdo.

—Claro. Suelo tener ese efecto en las personas.—Dice arrogante la castaña.

—No tiene nada que ver contigo.—Replica irritada la morena, mientras caminan hacia la mesa.

—Bueno, si me ves en todas partes, ¿cómo no va a tener que ver conmigo?—Contesta Daniela con obviedad.

Avanzan un par de pasos más y María José se detienen en seco cuando un objeto en el mar llama su atención.

—¿Qué?—Reacciona confundida la castaña.

—¿Es una botella?—Se emociona María José, al darse cuenta que se trata de una botella como la que ellas lanzaron hace años cuando aún estaban juntas.

¿Será qué es amor? 2 - Adaptación Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora