Capítulo 24

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Al caer los primeros rayos de sol y después de llevar algunas horas despierta, Daniela mantiene a la morena recostada en su pecho, mientras la contempla y en una de sus manos tiene una rosa para entregársela cuando se despierte. Después de unos segundos, María José comienza a despertar lentamente al sentir el roce de las hojas en su brazo. A diferencia de las veces anteriores, despierta con una sonrisa en el rostro, feliz de volver a despertar en los brazos del amor de su vida.

-Buenos días.-Saluda María José sonriente.

-¿Buenos días?-Murmura extrañada la castaña.

-¿Estás bien?-Pregunta confundida la morena.

-Estoy bien. ¿Y tú? ¿Cómo estás?-Responde Daniela de forma sospechosa.

-Bien.-Contesta María José con obviedad.

-¿Segura?-Replica la castaña.-Es que normalmente, al despertar, dices buenos días y sonríes y después empiezas a gritar. Así que ya no sé qué esperar.

-Ya estoy despierta y no tengo por qué gritar.-Se encoge de hombros la morena.-Aunque estaría más contenta si no hubieras cortado la rosa.-Reconoce, deslizando sus dedos por los pétalos.

-¿Estás segura?-Insiste Daniela con los ojos entrecerrados y la morena asiente con la cabeza.-¿No te arrepientes de lo de anoche?

-No.-Niega María José, volviendo a sonreír.

-Qué bueno, que alivio.-Suspira la castaña y comienza a dejarle besos por todo el rostro.-Ufff.-Vuelve a suspirar.

-¿Qué pensabas?-Pregunta divertida la morena.

-He estado pensando desde las cinco de la mañana.-Admite Daniela.-Pensé, pensé, pensé. Oculté todos los objetos cortantes para que no pudieras arrojármelos. Me preparaba para lo peor.-Le cuenta.-Pero me dices que no te arrepientes.

-No, no me arrepiento.

-Qué bueno, porque estaba dispuesta a rogarte.-Responde la castaña.

-¿Ibas a rogarme?-Replica María José conmovida y la castaña asiente con la cabeza.-Qué lástima, debí fingir para escuchar tus ruegos.-Dice divertida.

-Bebé, por favor, suelta eso. Cálmate, no lo arrojes.-Murmura Daniela fingiendo una suplica.-Te quiero tanto, te amo con todo el corazón. Eres mi vida, eres mi alma y mi amor. Por favor, te suplico que me perdones. No puedo vivir sin ti.-Ríe al recordar el discurso que había preparado.-Habría dicho todo eso.

-Tampoco estoy bien sin ti.-Responde la morena con sinceridad.-No puedo dejar de pensar en ti. Y cuando me voy de tu lado, me da miedo no verte al regresar.-Reconoce.

Al oír eso, la castaña le tapa la cara, sin poder creer que lo que tanto ha soñado desde que se reencontraron, finalmente esta ocurriendo.

-¿Estoy soñando?-Pregunta de forma retórica.

-No lo estás.-Contesta María José con una sonrisa.-Discúlpame por haberte ocultado a Kiraz.-Toma una pausa antes de seguir.-Desde que te vi, he estado actuando muy inestable. En realidad, debió ser distinto. Pero las cosas son como son.-Se encoge de hombros.-Es nuestro amor.

-¿Nuestro?

-Nuestro.-Afirma la morena.-Sé que te esforzaste por salvar nuestra relación. Y yo también quiero intentarlo.

-¿Ah sí? ¿Entonces ya puedo llamarte mi amor?-Pregunta Daniela, acariciándole el brazo con la rosa.

-Claro que puedes.-Responde María José animada.

-Qué bueno, tú también puedes hacerlo.-Contesta la castaña.

-Mmh...ya veremos.-Murmura "pensativa" la morena.

¿Será qué es amor? 2 - Adaptación Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora