09. 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝗯𝗼𝗿𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼𝘀 (𝟱/?)

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—Aryna... Ary..., estás pintando mis dedos — Soltó Lena al sentir el esmalte frío por encima de su piel.

— ¡Dios! ¡Perdoname! — Respondió Aryna al darse cuenta de que se había distraído, se levantó rápidamente de la cama, tomó un poco de papel que había por la mesita de luz y empezó a limpiar. Lena se soltó a carcajadas al ver a Aryna tan nerviosa con las mejillas rojas, siendo torpe tratando de limpiar su desorden, lo cual le daba mucha ternura y risa a la vez.

—Está bien, Ary, dejalo, lo limpio yo.—

—Perdón Lena, estaba pensando en otra cosa... —

—¿En qué? —

—Ah... — Aryna se quedó pensando en su respuesta.

¿Cómo iba a decirle que se había imaginado besándola? ¿Cómo se lo tomaría Lena? Se quedó muda mientras su mirada bajaba a los labios de Lena, tragó con dificultad al sentirse nerviosa de repente.

—Estaba pensando en el libro— mintió, tratando de desviar la mirada a otro lado que no fueran los labios de Lena.

—¿Qué pensabas del libro? —

—Eh... —

—¿Ahora sos vos la que tartamudea? — Lena sonrió cálidamente, provocando que Aryna nuevamente la mirara.

—No, solo me dieron ganas de imitarte— la rubia elevó una ceja tratando de creerse las palabras.

—También tenés las mejillas rojas. ¿Qué pasa, Aryna? ¿Las novelas de amor te ponen así? — dijo con voz burlona.

—Deja de leer... — Murmuró Aryna con un tono serio, apunto de querer hacer lo que se había imaginado.

—¿Pero qué decís? Dejé de leer desde que me di cuenta de que me estabas pintando los dedos — volvió a reír a carcajadas al recordar el rostro distraído de la bielorrusa.

¿Pero qué estoy diciendo? ¡Reaccioná, Aryna! Estoy actuando como una pelotuda, ¿por qué me siento así? ¿Por qué Lena me hace sentir así? ¿Qué es esto?
Miré nuevamente sus labios; las ganas de probarlos seguían presentes, tenía muchas ganas, pero nuevamente desvié la mirada como una cobarde.

—Me tengo que ir—

—¿Ya? ¿Ahora? —

—Es tarde, no me di cuenta de la hora—

Antes de que pudiera salir de la habitación, Ekaterina apareció en ella con una bolsa de comida. Abrió los ojos como platos con la boca entreabierta, sorprendida por la presencia de Aryna.

—¿Aryna? —

—Ah... hola, buenas noches, ya me iba —

—Estábamos haciendo un trabajo en equipo — añadió Lena un poco nerviosa.

—¿Van a la misma clase? —

—No, bueno, tenemos horas juntas a veces —

—¿Ya te vas, Aryna? — preguntó Ekaterina. Aryna asintió con la cabeza.

—¿No es tarde? — añadió.

—Sí, supongo que sí — miró el reloj de pared.
—¿Por qué no te quedas? Le digo a tu madre, seguro que no tiene ningún problema —

Lena y Aryna se miraron entre sí. La rubia asintió con la cabeza para indicar que a ella no le molestaría, mientras que Ekaterina ya estaba agarrando el celular.

—No quiero molestar — murmuró Aryna.

—¡Para nada! Sos bienvenida, Aryna. Juliya fue mi mejor amiga, por favor, me ofendes —

Rybalenka; One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora