11. 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝗯𝗼𝗿𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼𝘀 (𝟳/?)

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Había llegado el jueves y tal y como lo había dicho Aryna, a primera hora partió hacia la capital bielorrusa junto a su mejor amiga.

—¿Cuándo vas a sacar el registro? —Preguntó Polina, quien venía sentada al lado.

—La semana que viene, odio el tren —

—No decis lo mismo cuando te la encontras a Lena ahí— Aryna elevó una ceja un poco avergonzada por el comentario. Odiaba el tren, el sonido del túnel y que la gente empujara sin disculparse, pero cuando veía a Lena con los auriculares puestos, simplemente todo a su alrededor quedaba en blanco, centrándose en ella.

—¿Crees que esta vez pueda lograr que me den el mio? —preguntó Polina.

—Sí, siempre y cuando no flashees GTA — Ambas se empezaron a reír, recordando la vez que Polina se pasó varios semáforos en rojo durante su prueba de manejo.

Habían salido de casa exactamente a las 7 de la mañana. Entre Moscú y Minsk había 6 horas de viaje en tren, era una distancia media, pero eran lugares bastante diferentes. Para que no les roben las cosas por si se dormían, se turnaron con Polina en 2 turnos; una dormía 3 horas mientras la otra descansaba. En su turno, Aryna trataba de dormir para estar con energía para el resto del día pero en su mente no paraba de pensar sobre que iba a decirle a Matvei. Después de finalmente poder dormir, Polina la despertó y tardó un poco en despabilarse pero tenían que apurarse a salir del tren para no arruinar lo planificado. Era mediodía y habían llegado de nuevo a esas calles donde pasaron toda su vida, la casa de sus amigas estaba a unas 10 cuadras de la estación así que fueron caminando.

—Apenas pasó un tiempo y siento que fue eterno — Habló Aliaksandra mientras abrazaba a Aryna.

—Ali, no podes vivir sin mí — respondió Aryna sonriendo.

—¿Qué planes tenemos? — Añadió.

Entraron a la casa de su amiga, iluminada por los rayos de sol. Aryna se dejó caer por el sillón, mientras Polina y Lidziya sacaban algunas latas de cerveza del baúl del auto junto con Aliaksandra.

—No sé, pensaba que podríamos ir a la fiesta de Alexsei —

—¿Va a hacer una fiesta? — preguntó Polina.

—Sí, todo el colegio no deja de hablar de eso —

—Yo no puedo. Quedé de ir a ver a Matvei— Respondió Aryna.

—Este amor me va a empezar a empalagar — Añadió Aliaksandra mientras soltaba un suspiro largo y rodeaba los ojos.

—Espera que veas cómo se pone cuando está con Lena, eso sí te va a empalagar — dijo Polina al mismo tiempo que golpeaba la espalda de su mejor amiga con una sonrisa burlona.

Lidziya y Aliaksandra se miraron entre sí confundidas, arrugando la entreceja.

—¿Lena? ¿Quién es ella? — preguntaron.

—Es una larga historia...— sonrió al recordar el rostro de la rubia. Sabía que podía hablar tranquilamente con sus amigas sobre ese tema, no eran homofóbicas.

—¡Oh! ¡¿La vieron?! Acaba de sonreír como una pelotuda que está enamorada—

Aliaksandra y Lidziya empezaron a hacerle cosquillas en el abdomen a Aryna, esta se retorcía como un gusano mientras sus risas se dejaban sonar en toda la sala.

—¡Contanos!— Insistió Aliaksandra.

—¿Se acuerdan de esa chica de la que les hablé?—

—Eh...— murmuró Lidziya tratando de pensar en aquel tema, pero por más que podía, no lo recordaba.

Rybalenka; One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora