■AU MODERNO!■
★---> ¿Me crees cuando te digo que unos chicos ordenaron una pizza, y gracias a eso encontraron al amor de su vida y futura esposa? no? pues deberías, porque eso les paso a los hermanos Hantengu.
♥︎ Asami, una chica de 18 años que cans...
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— ¿Enserio Shinobu? — Le preguntaste, con una sonrisa. — ¿No te molesto? ¿Estarás bien sin mi? —
Ante tus preguntas con algo de preocupación, la nombrada no pudo evitar sonreír levemente.
— No te preocupes por mi Asami, tu ve a disfrutar. —Seguido acto te guiño un ojo. — Pero eso sí, me debes una eh. —
— Muchas gracias por cubrirla... — Le agradecio Aizetsu a la pelinegra con puntas moradas, mientras los demás solo la veían.
— Muchas gracias Shinobu! — Le Volviste a agradecer y esta te sonrió, antes de verte salir.
Te fuiste por la pequeña puertesita y caminaste hacia los hermanos, donde con una leve sonrisa todos te abrazaron, felices claramente de tu compañía.
— ¿Que hicieron ahora que Sekido los venía persiguiendo? — Interrogaste a Karaku y Urogi una vez que te separaste de ellos.
Los nombrados se miraron entre sí para después hecharse a carcajadas.
— Estábamos caminando como zombis en la calle y una señora mayor nos golpeó en la cabeza a ambos con su bastón. — Agregó el ojiverde mientras el y el ojiamarillo te mostraban un chichon que se notaba de forma clara en sus cabezas.
Ante eso, soltaste una gran risa, si que ellos te alegraban bastante el día...
— T/N, serámejor que se vayan ya antes de que nuestro jefe venga. — Te aconsejo Shinobu.
— Es cierto, vamonos de una vez. — Pediste, los hermanos sin decir nada más asintieron.
Los 5 salieron de ahí casi corriendo, mientras tu, Karaku y Urogi se reían a carcajadas por lo que les había pasado a la vez que hacían chistes sobre ello.
— Dejen de reírse que parecen cerdos drogados. — Pidió Sekido con el ceño fruncido, pero eso solo provoco que tu y los otros 2 se rieran más.
— Tu risa si que es bonita, Asami...no como la de ellos. — Agregó Aizetsu, mirandote y sin dejar de caminar.
Sin hacerle caso, Karaku y Urogi siguieron riendo sin importarles prácticamente lo que les dijeran.
Tu y ellos salieron de la pizzeria, doblaron la esquina y comenzaron a caminar, nadie decía nada, solo el ojiverde y el ojiamarillo quienes no se miraban para no reírse y tu te aguantabas la risa.
— Oigan, ¿a donde vamos? ¿O solo estamos caminando como pendejos? — Preguntaste a los chicos, quienes se detuvieron pensando una respuesta.
— Bueno, como es tu primera cita con nosotros, tu tienes que decidir~ — Informo Karaku, guiñandote un ojo después.
