~ Capitulo trece. ~

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Narración de Kara.

Después de explicarle todo a Alex, ella se marchó y el tiempo pareció acelerarse, ni siquiera me di cuenta de la hora. Lena vino a recogerme y su presencia alivió mi malestar.

Subimos al coche juntas y Lena tenía una sonrisa radiante en su rostro. Estaba feliz por haber pasado tiempo con Sam, pero yo aún llevaba aquel nudo en mi garganta. Quería contarle lo que había sucedido, quería decirle lo mismo que le había dicho a Alex, pero fue imposible. Cuando finalmente reuní el valor suficiente, ya habíamos llegado a la mansión y Lena me llevó al jardín trasero.

Lena: Tengo una sorpresa para ti.

Me sentí frustrada al no poder confesarle lo que me atormentaba, pero decidí guardar silencio por ahora. Tal vez era mejor esperar el momento adecuado. Mientras tanto, intentaría disfrutar de la sorpresa que Lena había preparado para mí.

Biblioteca.

Kara: Lionel, ¿podríamos hablar?

Lionel: Claro, dime.

Kara: Tengo un problema, su nombre es Maxwell Lord.

Lionel: ¿Qué es exactamente lo que necesitas?

Kara: Protección, algo temporal. Necesito bloquear cualquier acceso que él intente tener.

Lionel: Kara, ¿quién es Maxwell?

Kara: Es mi ex pareja.

Lionel: Cuéntame todo, pero antes. ¿Mi hija sabe algo sobre él?

Kara: Sabe un poco, pero sí.

El pedido de seguridad de Kara tomó por sorpresa a Lionel, sin embargo no dudó en aceptar de inmediato para garantizar la paz tanto de Kara como de su hija.

A la mañana siguiente.

Mansión Luthor.

Lena se quedó paralizada frente a la pantalla de su computadora mientras sus ojos recorrían una y otra vez el titular que hacía temblar su mundo: "Escándalo: Kara Zor-el y Maxwell Lord protagonizan un apasionado beso". Era como si el tiempo se detuviera a su alrededor mientras su mente intentaba procesar lo que estaba leyendo.

El corazón de Lena comenzó a latir descontroladamente, y la sensación de un puño apretándole el pecho se hizo cada vez más intensa. La traición la invadió por completo, haciéndola sentir frágil y vulnerable. Hasta ese momento, Lena había confiado plenamente en que su prometida, Kara, era la persona con la que pasaría el resto de su vida. Pero ese titular la obligaba a enfrentar una cruel realidad.

Sentada en su oficina, Lena se sintió rodeada por una súbita oscuridad. Los recuerdos de los momentos compartidos con Kara se desvanecieron, reemplazados por imágenes de Maxwell Lord acercándose a ella con una sonrisa maliciosa en su rostro. Cerró los ojos con fuerza, tratando de alejar las imágenes de su mente, pero solo logró darle paso a un torrente de emociones que la abrumaron.

Una punzada de ira y desprecio vibró en su interior, pero fue rápidamente eclipsada por una profunda tristeza. Las lágrimas amenazaron con brotar de sus ojos, y las palabras que ella creía verdaderas y sinceras se convirtieron en un amargo eco en su cabeza. ¿Cómo pudo confiar en alguien tan ciegamente y permitir que esta situación llegara tan lejos?

Las inseguridades de Lena comenzaron a hacer estragos, susurrándole al oído que era incapaz de merecer el amor de alguien. Una sensación de abandono la envolvió, sintiéndose traicionada tanto por Kara como por sí misma. La confianza que había depositado en su prometida se había desmoronado, dejándola con un sentimiento de vacío y desolación.

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