CAPITULO 5

174 32 19
                                    

Taehyung se mantuvo perfectamente quieto. Intentó no respirar. No había un solo centímetro de su cuerpo que no doliera. El simple roce del aire sobre su piel lo hacía querer gritar de dolor. No lo hizo. Hacer ruido sólo le añadía más dolor. Lo había aprendido después de la primera vez que Wonho fue tras él. Al hombre le gustaba escuchar a Taehyung gritar y se reía mientras hacía que sucediera una y otra vez. Si gritaba por el dolor, Wonho sólo infligiría más para escucharlo gritar de nuevo.

Únicamente quería acurrucarse en alguna parte y dormir, descansar, tal vez morir. Taehyung no estaba seguro de cuánto más de esto podría tomar. Los gritos y menosprecios ya eran lo suficientemente malos. Sentirse como un extraño en su propia casa no ayudaba. Las palizas estaban desgarrando su alma. Una sombra se movió, y una forma oscura caminó hacia él. Taehyung gritó de miedo simplemente porque estaba más allá de su control no hacerlo. Con demasiada frecuencia, esas sombras trajeron dolor con ellas.

—Soy sólo yo, Taehyung. —La voz profunda se convirtió en un lindo rostro y un cuerpo musculoso. Ojos del color de la tierra recién excavada lo miraron con preocupación. —No tienes nada que temer. Estás a salvo.

Taehyung lo dudaba. No había estado a salvo en años. —¿Qué hora es? —preguntó mientras miraba hacia la ventana y la oscuridad más allá de las finas cortinas amarillas. No podía recordar la última vez que había visto la luz del día. Podrían haber sido unas horas. Podrían haber sido días.

—Poco más de las ocho.

Taehyung frunció el ceño. —¿Qué día?

Seokjin se rio. —Has estado durmiendo bastante durante los últimos dos días. —Seokjin se puso en cuclillas junto al sofá. Taehyung no pudo evitar su estremecimiento cuando el hombre levantó una mano y la acercó a su cara. —No voy a hacerte daño, Taehyung.

—Lo sé —respondió Taehyung al instante—. Sólo... —Dios, estaba tan avergonzado. Seokjin no había sido más que amable con él y allí estaba Taehyung, prácticamente acusando al hombre de golpearlo. —Lo siento.

—No quiero que te preocupes por eso, hermoso.

¿Hermoso? —Piensas... —Taehyung vacilante se tocó una mejilla con sus dedos. La hinchazón parecía haber bajado pero aún estaba sensible, diciéndole a Taehyung que los moretones no se habían desvanecido todavía. —¿Crees que soy guapo?

¿Estaba loco el hombre? Los dedos de Seokjin rozaron el rostro de Taehyung, deslizándose a lo largo de su mejilla. —Creo que eres posiblemente la cosa más sexy que he visto en años.

—Estoy casado. —Taehyung tragó saliva cuando la cara de Seokjin se convirtió en una máscara de piedra, sin emociones. —Lo siento —dijo rápidamente. No estaba seguro de por qué se estaba disculpando, pero le pareció que era lo que tenía que hacer.

—No tienes que disculparte por nada, Taehyung. —La sonrisa de Seokjin no alcanzó a sus ojos.

Cuando el hombre se puso de pie y caminó hacia la chimenea para avivar el fuego, Taehyung tuvo la extraña sensación de que lo habían abandonado. El nudo en sus entrañas se convirtió en un abismo sin fondo en el que se estaba hundiendo rápidamente. Taehyung estaba aterrado de que nunca volviera a ver la luz del día.

—Taehyung, necesitas calmarte. —Unas manos fuertes frotaban los brazos de Taehyung. —Respira, cariño.

Taehyung no se dio cuenta de que estaba jadeando, tratando de respirar, hasta que aspiró una bocanada de aire. Por un momento, manchas bailaron frente a sus ojos. Le dolía el pecho y había una sensación de pesadez, como si un elefante estuviera sentado sobre él.

—Eso es todo, sólo respira.

La presión en su pecho se liberó lentamente mientras Taehyung llevaba más aire a sus pulmones. —¿Qué pasó?

WINDY SPRING XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora