CAPITULO 7

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Taehyung ahogó un grito cuando abrió los ojos y encontró un par de ojos de color marrón oscuro mirándolo fijamente. Le tomó menos de un respiro darse cuenta de que estaba a salvo.

—Seokjin.

—Buenos días. —La sonrisa del hombre era seductora, alentando a Taehyung a dejar de lado sus dudas y sólo disfrutar del momento. —¿Dormiste bien? No creo que tuvieras otra pesadilla.

—No. —Taehyung susurró simplemente porque sentía incorrecto hablar en voz más alta. —Creo que dormí toda la noche. —Honestamente, no podía recordar la última vez que había sucedido. O bien tenía pesadillas o dormía lo más liviano posible para poder sentir cuando estaba en peligro.

—Entonces, esta noche cuando nos vayamos a acostar, comenzaremos a dormir en la misma cama en lugar de esperar hasta que tengas un mal sueño. Tal vez podamos conseguir que duermas toda la noche sin pesadillas.

Taehyung sintió calor en sus mejillas mientras bajaba los ojos, avergonzado. —Lo siento.

—Hey, ¿dije que tenía algún problema con eso?

Taehyung intentó oponerse al dedo que tenía debajo de la barbilla, pero Seokjin mantuvo la presión. Finalmente, dejó escapar un suspiro y miró hacia arriba.

—¿Dije que tenía algún problema por ayudarte a mantener alejadas tus pesadillas para que puedas dormir? —preguntó Seokjin.

—No.

—Entonces no busques problemas donde no los hay, cariño. —Seokjin atrajo a Taehyung más cerca. —Ya tenemos suficiente de eso. No necesitamos ir a buscarlos.

Taehyung presionó su cara contra el cuello de Seokjin nuevamente, como lo había hecho la noche anterior. El hombre olía a algo salvaje y delicioso. Taehyung sabía que Seokjin era una fuerza a tener en cuenta. Simplemente no entendía por qué el poderoso hombre había decidido que era importante.

—¿Te sientes lo suficientemente fuerte como para salir a la sala principal para el desayuno?

—Después de ducharme —respondió Taehyung. Sabía que tenía que apestar. Había estado viviendo con baños de esponja durante la última semana—. Me siento repugnante.

—Jongin trajo algo de ropa para que la usaras hasta que puedas tener la tuya. Son casi del mismo tamaño.

—Oh, hombre. —Taehyung se estremeció. —Sería tan bueno deshacerme de lo que llevo puesto y usar ropa de verdad. —Dudaba que Jongin le fuera a proporcionar el mismo tipo de ropa que Tzuyu le hizo usar, y ni siquiera podía comenzar a explicar cuánto le emocionaba eso.

Taehyung entendía que había que cuidar la apariencia en el trabajo, pero cuando llegaba a casa, quería relajarse con ropa informal. No quería tener que usar pantalones, una camisa de vestir y una corbata mientras se recostaba en la cama leyendo un libro.

—Será mejor que vayas a la ducha, nene. Ya puedo oler el tocino cocinándose y no quiero que te lo pierdas.

Taehyung comenzó a alejarse de Seokjin. Estaba prácticamente tendido sobre la parte superior del hombre. Extendió las piernas para ponerse a horcajadas sobre la cintura de Seokjin, plantando sus rodillas en el colchón a ambos lados del hombre para hacer palanca. Cuando se levantó, sintió algo largo y duro presionar contra sus nalgas. Taehyung se quedó inmóvil. No podía moverse. Sabía exactamente qué era eso, y la respuesta provocó una carpa en la parte delantera de sus pantalones de pijama. Taehyung contuvo el aliento y levantó sus ojos a los de Seokjin. El calor que podía ver arder en los ojos del hombre le hizo sonrojarse.

—Seokjin, yo... —Taehyung no tenía idea de lo que quería decir, o incluso si quería decir algo.

Bueno, eso no era exactamente cierto. Quería rogarle al sexy hombre que lo follara hasta que se le voltearan los ojos en su cabeza. Taehyung arqueó las caderas hacia adelante cuando Seokjin colocó una mano sobre su creciente erección a través de los pantalones del pijama. Incluso a través de la fina tela, Taehyung pudo sentir la mano del hombre moverse sobre su sensible carne. Cada caricia, cada suave apretón fue exquisito. Pura tortura. Sin haber sentido nada más allá de su propia mano, Taehyung no pudo evitar empujar su miembro hacia adelante en el fuerte agarre de Seokjin. La cabeza de Taehyung cayó sobre sus hombros mientras gemía. Este suave pero firme toque. ¿Alguna vez algo se había sentido tan bien?

WINDY SPRING XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora