CAPITULO 9

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—Necesito mis fotos.

Seokjin miró a Taehyung, que todavía estaba acurrucado en su regazo. Había estado tan calmado durante la última hora, que Seokjin pensó que el hombre se había quedado dormido. —¿Qué decías, cariño?

Los grandes ojos parpadearon hacia Seokjin. —Necesito mis fotos.

Seokjin frunció el ceño cuando un recuerdo se filtró a través de su cerebro. —¿Las que están en el estante en tu habitación?

—Sí. —Los ojos de Taehyung se humedecieron. —Necesito conseguirlas antes de que Tzuyu las destruya. La última vez que no hice lo que ella quería, encontré la foto de la boda de mis padres en la trituradora de basura.

—¿Qué es lo que no hiciste?

—Le dije que no podía comprarle un coche nuevo cada año. —Taehyung tragó saliva, sus ojos se empañaron como si recordara el incidente. —No lo tomó bien.

Era sólo una cosa más que añadir a la larga lista de cosas que la odiosa zorra había hecho. Seokjin oró para que el comisario pudiera reunir pruebas suficientes para encerrar a Tzuyu y a su primo durante una larga temporada. La prisión era el lugar más seguro para ellos.

—Recuperaré tus fotos, Taehyung. Lo prometo. —El alivio en los ojos del hombre hizo que Seokjin quisiera llorar. Taehyung acababa de pasar por un momento de mierda en su vida y ya le venía otro detrás. No era justo. —¿Hay algo más que necesites?

—No, en realidad no —dijo Taehyung—. Tzuyu escogió toda mi ropa por mí y la mayoría de las cosas que hay en la casa las eligió ella. Todo lo que es importante para mí lo puse en la unidad de almacenamiento al otro lado de la ciudad que mis padres tenían antes de morir. Ni siquiera creo que Tzuyu sepa de su existencia.

—Esperemos que no —respondió Seokjin—. Haremos que Young lo revise para estar seguros.

—¿Revisar qué? —Young preguntó mientras entraba en la cabaña.

—Taehyung tiene una unidad de almacenamiento en el otro lado de la ciudad. Nos preocupa que Tzuyu pueda hacer algo con eso. Pensamos que podías ir a comprobarlo.

—Sí, claro. —Young asintió—. No hay problema.

—También tiene algunas fotos en la casa que quiere conseguir antes de que Tzuyu las destruya. —Seokjin recordó el diseño de la casa de su visita anterior y comenzó a hacer planes para irrumpir en el lugar y robar las fotos si tenía que hacerlo.

—Conozco esa mirada en tu cara, Seokjin —dijo Young—. Hay una manera más fácil.

Seokjin arqueó una ceja.

Young rodó los ojos. —Si Taehyung firma un permiso para entrar en su casa y recuperar los artículos específicos que él enumera, y se lo da al comisario, puedo acompañarte a su casa y obligar a Tzuyu a permitirte entrar. No hay nada que ella pueda hacer.

Seokjin aceptó esa idea de inmediato, pero todavía tenía sus dudas. —Tzuyu va a saber que algo está pasando en el momento en que aparezcamos en su puerta.

—Eso es cierto. —Estuvo de acuerdo Young. —Pero al menos de esta manera, todo será legal. Mientras tengamos permiso de Taehyung, no hay mucho que pueda hacer al respecto. También creo que sería una buena idea tener un oficial allí para presenciar cualquier cosa que pudiera ocurrir.

Seokjin rechinó los dientes mientras la ira lo consumía. Sólo podía imaginar lo que sucedería si aparecían en la puerta de Tzuyu. Probablemente ella nunca concibió la idea de que Taehyung podría contraatacar. Los abusadores rara vez lo hacían. Seokjin se preguntó cómo se sentiría cuando se enfrentara a alguien que no podía intimidar.

WINDY SPRING XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora