Capitulo 11: Melty

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Capitulo 11: Melty

En un valle rocoso, se podía ver a Raphtalia, Nailah, Guilmon, Filo y Kanna en frente de varios monstruos como avispas asesinas, y lagartos del tamaño de un cocodrilo pero con aspecto de ajolote.

Raphtalia elimina a unas avispas asesinas cortándolas con su espada, y Nailah con sus garras de hielos corta algunas con movimientos agiles.

Guilmon: ¡Bola de Fuego! – disparando su ataque directo a un lagarto ajolote - ¿Cómo va todo por ahí? – mientras uno iba atacar a Guilmon, pero es aplastado de un pisotón por Filo.

Kanna daba unos dos o tres golpes para mandarlos contra la pared de rocas con fuerza.

Nailah: Ya se acabo – dejando de estar en guardia.

Raphtalia: Si, era el ultimo encargo del pueblo había solicitado – con una sonrisa al ver al resto.

Filo: Onee-chan, cuando acabáramos este encargo iríamos a ver como se encuentra Onii-chan – viendo a Raphtalia.

Nailah: No te desesperes Filo. Sabes que Takato-sama confía en nosotros para acabar por completo este encargo – al ver a su compañera emplumada.

Kanna: Es cierto, además. Takato-sama tiene a Yui a su lado no debemos preocuparnos si ella esta ahí para atender sus necesidades.

Filo: Es por eso, Onii-chan siempre va con Yui y jamas hace caso a Filo. Eso hace que Filo se sienta muy celosa – con sus alas cruzadas y una expresión molesta.

Raphtalia: C-Comprendo ese sentimiento, pero tranquila. Takato-sama será atendido por una experta para revisar si sus heridas se puedan sanar con agua bendita de mayor calidad – intentando animar a su compañera.

Guilmon: Guilmon no quiere interrumpir una charla entre amigas pero, hay muchos monstruos que necesitan ser derrotados – al ver a las demás ahí.

Raphtalia: Muy bien, vamos una vez que acabemos podremos ver a Takato-sama – eso hace que los demás asientan con la cabeza.

Guilmon: "Guilmon jamas entenderá porque Takato tiene ese poder de motivar a las chicas" – al ver a las demás muy motivadas.

Hotel

Se podía ver a Yui sentada en la cama viendo como el medico del pueblo le cambia la vendas empapadas de agua bendita, hasta tener sus antebrazos vendados, torso y abdomen.

Curandero: Listo, tus heridas ya están vendadas. Solo espero que no te allá dolido – tomando su botiquín al ver a Takato con sus vendas limpias.

Takato: Para nada, las heridas aun no me duelen pero con el mayor cuidado estare bien – hasta que la aprendiz abrió la puerta.

Aprendiz: Sensei, ya vino la doctora – haciéndose aun lado, dejando entrar a una mujer de unos 30 años de tes casi morena, pelo castaño claro pero arreglado, con unos ojos morados, vestia un vestido un poco revelador de color blanco con unos retoques celestes dándole un toque seductivo debido a su gran escote de sus pechos que estaba siendo cubierto por un velo blanco sujetado por un cuello de la misma tela que el vestido, sus brazos tenían unas mangas sujetadas por unos brazaletes dorados, y unas medias blancas largas con unos tacones celestes.

Aprendiz: Sensei, ya vino la doctora – haciéndose aun lado, dejando entrar a una mujer de unos 30 años de tes casi morena, pelo castaño claro pero arreglado, con unos ojos morados, vestia un vestido un poco revelador de color blanco con unos retoq...

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