Pelear o morir. Eso fue lo que le enseñó su padre. Pero solo eran los ganadores los que contaban a los ojos de su padre, y Jimin no iba a ganar esta noche. Esta noche se trataba de dinero. Algo que su padre amaba casi tanto como el poder.
La sangre palpitaba contra los oídos de Jimin mientras bebía un sorbo de agua con sabor a cobre del pico de una botella. La multitud a su alrededor rugía gritos de batalla como caníbales sedientos de sangre, pero sus voces solo eran el ruido de fondo en el estrecho espacio dentro de un sótano en el centro de la ciudad. Jimin tomó una respiración profunda, apretaba y abría los puños mientras observaba hacia su oponente al otro lado de la jaula. Aunque no estaba seguro de si "oponente" era la palabra ideal en una situación en la que el encuentro había sido arreglado.
Goliat era tal como lo llamaban, un apodo muy apropiado para alguien tan grande y feo, pero que, en una pelea real, el tipo no resultaría ser un gran desafío. La masa y la fuerza por sí solas no eran suficientes, y si Jimin estuviera tratando de ganar, Goliat habría estado a estas alturas como cerdo en el matadero: sudando sangre. Pero, la vida exigía el dinero para pagar el alquiler, la comida y una que otra cerveza ocasional. Además, no era como si una pelea clandestina pudiera afectar las futuras perspectivas laborales de Jimin. Si es que tenía alguna en primer lugar. Todo lo que deseaba ahora mismo era volver a establecerse en su ciudad natal, que resultaba ser el centro de actividades ilegales en el condado, todo gracias a su puerto y a la indulgente fuerza policial. El club de motociclistas local, los Rabid Mongrels , había organizado la pelea y parecían tener una excelente relación con la policía al ser capaces de orquestar tales proezas riesgosas.
Cuando Goliat se acercó a él, sintió una cierta satisfacción al violar una de las leyes que su padre le había impuesto. Jimin estaba solo e iba a hacer lo que se le diera la gana, incluso si la voz en el fondo de su cabeza estaba esperando el momento idóneo para gritarle por no seguir las reglas cómo un hombre de verdad. El olor de Goliat se arrastró sobre Jimin centímetro a centímetro, tenía la cara llena de cicatrices de acné y una expresión tensa, pero cuando Jimin miró por encima del hombro de Goliat, listo para recibir los últimos golpes, su mente se quedó completamente en blanco.
La forma pálida de un rostro familiar emergió del fondo oscuro. Era como un faro que brillaba en medio de la agitación de la pelea, atravesando el dolor en los nudillos ensangrentados de Jimin y llegando directamente desde una época mucho más oscura que la actual. Jeon Jungkook lo miraba desde el otro lado de la pequeña habitación, su largo cabello rubio estaba desordenado, tenía las cejas bajas sobre los ojos, y una boca deliciosa que aspiraba el humo de un cigarrillo. Era incluso más atractivo de lo que solía ser en la escuela secundaria; los últimos diez años les habían agregado definición a sus rasgos.
Repentinamente, el puñetazo en la cara de Jimin lo desequilibró por completo e hizo que su mandíbula crujiera. Fue como si alguien hubiese pulsado “Play” en un reproductor de MP3 que se había detenido. El mundo volvió a moverse, ruidoso y cruel. Claro, Jimin estaba de regreso en su ciudad natal, pero lo último que esperaba era encontrarse con el chico que le hizo percatarse de su propia sexualidad con demasiada claridad. No es que alguna vez hubiese hecho algo con respecto a sus sentimientos, pero se negaba a perder frente a jungkook.
—Al diablo con el dinero —murmuró para sí mismo a través del protector bucal y dio una pirueta de regreso hacia Goliat. Golpeó un costado de la mandíbula del tipo, y el impacto envió todo un temblor a lo largo de su codo.
La multitud rugió a su alrededor, sintonizándose con la estampida de sangre que bombeaba hacia el cerebro de Jimin. Goliat trató de golpearlo con un gancho, pero Jimin se apartó y lanzó un golpe de castigo hacia la mandíbula de Goliat, enviándolo de un impulso contra la malla.
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Love & Fists [Kookmin]
Random"Pelea hasta la muerte. Ama hasta los huesos." Jimin está de regreso en su ciudad natal e intenta hacer algo de dinero de la única forma que conoce: en una pelea ilegal de MMA. Con los puños desnudos. Y apenas pocas reglas. Todo lo que tiene que hac...