Es mi causante-I

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Recogí toda la información sobre los talleres y le dije a Ana que si quería podía pasarse por mi cuarto para hablar un rato.

Estando en mi habitación empecé a leer cada folletito que encontré...

Taller básico de manualidades.

Taller de idiomas

Taller de cocina

Taller....

Oh Dios santo, demasiados talleres y todos me llamaban la atención, más el de cocina-amo cocinar- pero no puedo elegirlos todos, tengo como máximo tres talleres que elegir. El de cocina sería ideal y quizá el de idiomas. Lo mejor sería elegir solo dos para así lograr llevar mi carrera con buenas notas.

Ya sé que muchos piensan que la vida no es tan fácil en un lugar como estos-la clínica de rehabilitación- pero mi problema no es tan serio, solo tengo recaídas pero a muy largo tiempo, es más que todo psicológico, no de adicción. Creo que lo que más me presiona es que estoy encerrada en un gran edificio donde solo hay zonas verdes, pero no ay fiestas, no hay motos, no hay nada que me haga experimentar adrenalina, es como una violación a mi libertad.

Oí como tocaban la puerta interrumpiendo mi explicación de porqué no es tan difícil estar acá por lo que decidí ir a abrir.

-Hoola-saludó una Ana demasiado feliz.- ¿Que haremos hoy?

-Hola, te invite porque me enteré de unos talleres que hacen acá y son interesantes, podríamos empezar uno-explique mientras tomábamos asiento en mi cama.

-Oh sí, conozco acerca de ellos, pero...-su cara había cambiado la expresión, ya no era de tanta felicidad-yo no puedo realizarlos, porque paso en charlas de rehabilitación la mayoría de mi tiempo-explico algo cabizbaja- me encantaría hacer el de cocina, lo he leído cientos de veces por si hacen turnos más pequeños, pero la mayoría son de hasta cuatro horas diarias y no tengo tanto tiempo.

-Entiendo, pero quizás si hablamos con el Dr. González te dé más tiempo y menos charla.

-No lo creo posible-respondió- pero no importa, llevo ya vario tiempo aquí. Tres años específicamente-se le podía notar la felicidad de nuevo, esta chica de verdad que nada la detiene para tener una sonrisa en su cara-tres años de no consumir.

-Me alegro demasiado por ti, sé que lo lograrás pronto-yo no era muy buena para dar ánimos y esas cosas, pero ella se los ganaba y sé que le ha costado, hay días en los que tiene unas ojeras que sé que es porque la ansiedad no la deja libre.

-Dice el Dr. González que estos últimos meses eh avanzado mucho-dijo con una sonrisa gigante-y sé que es porque me está llegando el día de salir de aquí, a veces es muy difícil-explicó-hay noches que no duermo porque sé que he desperdiciado seis años de mi vida en esto, tres consumiendo y tres encerrada aquí, obviamente que el primer año fui lo más rebelde posible para que me dejaran ir, hubo días que no salí de mi habitación, sin embargo los doctores siempre estaban ahí apoyándomen quizás y ni te importe esto pero casi nunca hablo con nadie de esto, solo con el doctor y porque es mi doctor y es gracioso con su tonito....-hablaba sin parar Ana, pero yo no la iba a detener, era bueno que se desahogara y yo intentaría que haga al menos el taller de cocina conmigo, hablaría con el doctor-...aún recuerdo el primer día que me desgracié la vida-habló con un tono de voz más bajo-todo por ser una débil...

-No creo que haya sido por que seas débil Ana-interrumpí-no sé por qué caíste en esto...pero te aseguro que no fue por débil, si fueras débil no serías esa chica que sonríe siempre y está hoy aquí superándose y que cuando salga de acá te aseguro y serás una mujer muy exitosa.

FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora