Estaba tranquilamente escuchando la canción Firework de Katy Perry cuando alguien tocó la puerta de mi habitación.
-adelante-hablé, al momento pasó mi padre.-cielo; tu madre y yo saldremos a despejarnos un rato, volveremos tarde.-explicó
-no hay problema pa, que se diviertan bastante.-le sonreí, mis padres siempre salían de vez en cuando, su matrimonio era muy bonito y sólido, si me llego a casar espero sea asi.
-podrías llamar a tu amiga, Daphne y que venga.-dijo antes de salir.
-gracias, sería una buena idea.-grité para que me escuchara.
Al rato oí como mis padres salían en el coche y tome la palabra de mi padre en llamar a Daphne e invitarla para hacer una "noche de chicas".
Busqué mi celular y lo encontré debajo de mucha ropa que había en mi escritorio, tendría que ordenar eso antes de que Daphne llegará.
Marqué su número y al tercer pitito contestó...
-Ni creas que te contesto porque estoy contenta contigo, lo hago por qué...-empezó Daphne con su retajila de mamá preocupada.
Porqué no te callas, te espero en una hora en mi casa, trae algunas gaseosas y algo para picar, ya, porfavor-y colgué, era mejor eso ha escucharla en esa necedad.
Al los segundos escuché mi celular, era un mensaje:
-"Voy llevar a Matteo"-no lo preguntó, lo afirmó, Que difícil era Daphne- "De otra manera no te perdono"-como si me importara, bueno si me importa.
-"Haz lo que quieras, pero traigan que comer".
Empecé a odenar la ropa, yo siempre ordenaba mis cosas, por que eran mías y así nadie se daba cuenta de si tomaba o no tomaba pastillas para la ansiedad.
Cuando terminé, saqué algo de ropa un short corto, alto y desteñido, mi vans verde limón y un top blanco con puntitos verdes, era gracioso.
Faltaba cinco minutos para las cinco cuando vi el auto de Matteo por la camara, estaba solicitando pasar.
Precioné el botón y a los segundos llegarón a la entrada de mi casa, bajé a toda prisa para abrirles la puerta yo y que pasarán al mini-cine.
Abrí la puerta y vi como entraban Matteo, Daphne y Sebastián a la casa, cuando iba a cerra alguien metió el pie impidiendolo.
-Ehhh Thomson, piensas dejarme aquí afuera-dijo Davis con esa asquerosa voz de gracioso que usa.
-Mierda, lo siento pasa- abrí la puerta-con gusto te dejaría ahí pero sufriría demanda por asecinato, te comerían los perros-dije con una sonrisa-y tú Daphne ¿a quien más invitaste?
-a nadie, sólo invite a Matteo-se disculpó.
-Lo siento Thomson, pero donde va Matteo, vamos todos-dijo Davis
-Si lo hubiera sabido más antes-dije en una risa.-trajeron que comer ¿verdad?
-Sí-afirmaron todos.
-Bueno subamos a patearles el trasero a todos.-reté.
-Sí cariño-me respondió al oído Davis, sólo yo escuché.
Alcé la ceja pero seguí mi camino ignorandolo.
-Iré por algo para hechar las cosas-avisé-suban, ya llego.-Caminé hacia la cocina y empecé a buscar cosas.
-Hoy andas con buen humor ¿verdad?-preuntó
-Sí, quizás, me hace bueno correr.
-Lo haces bien, debo admitirlo-aseguró Davis, no sé por que pero eso me hizo una sonrisa en la cara, que él me o dijera me hacia bien y eso no debería ser asi.
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Freedom
HumorUna relación que nos volverá locos; de furia, de amor, de tristeza.. Conoce la historia de Penélope Thomson y Davis Lawrence. No te atrevas a dejarlos solo recorriendo lo que será el camino hacia su libertad.