VI. Gardenias y Poemas

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" Cuando comencé a trabajar aquí, había un preso llamado Choi Beomgyu. Era un chico muy inteligente ¿sabes? Él no había cometido un crimen fuerte en realidad, asaltaba para comer y es por eso que no se le castigó fuertemente.

Ahora a cada policía nos asignan un sector para cuidar, pero antes había más presupuesto y era un policía por cada preso. A mí me tocó cuidar a Choi Beomgyu, yo era una persona distante con él, pero él de alguna manera ablandaba mi corazón cada que lloraba o se sentía triste, Beomgyu no era como los demás presos, el no soportaba para nada estar en prisión, le daban ataques de ansiedad, le estallaban episodios de psicosis e incluso intentaba dañarse a si mismo, por esta razón era que yo tenía que pasar más tiempo junto a él que los otros policías. Jamás entenderé porqué lo dejaron aquí y no lo trasladaron a un centro psiquiátrico.

Me permitían entrar a su celda para acompañarlo, puesto que Beomgyu se acostumbró a mi presencia que él tomaba como "compañía" y no dejaba que nadie más le ayudara. Fue por esto que progresivamente nos hicimos más cercanos, creo que ambos nos necesitábamos en ese momento, o eso quiero creer; yo antes era una persona tan borde que perdía amistades constantemente, él me ayudo a ser más a amable con los demás, mientras que él necesitaba ayuda para soportar la tortura de estar en prisión.

Un día me pidió que saliéramos al patio de recreación, era inusual porque él nunca salía ni siquiera para almorzar y yo tuve que pedir permiso especial para llevarle alimento a su celda, cuando salimos me llevó a aquel jardín que te mostré, me dijo que era propiedad de la familia de su padre, pero que él no tenía permiso de estar ahí así que encontró esa peculiar entrada.

Fue cuando le pregunté porqué no escapó por ahí.
"Escapar de nada me serviría, me quedaría solo y sin nada, aquí al menos te tengo a ti y con eso tengo más que suficiente." fue lo que me dijo.

Aún tengo en memoria aquel día y exactamente aquel momento. Porque él tomo mis mejillas y juntó nuestros labios, fue un cálido momento que me hizo sentir que todo estaría bien y que nuestra compañía sería sempiterna.

El día siguiente me ausenté del trabajo, mi madre estaba enferma y decidí irla a visitar para llevarle medicamentos. Cuando al día siguiente volví, sentí una enorme curiosidad al ver que Beomgyu no estaba en su celda de siempre, fui con el señor Son que estaba encargado de todo el papeleo, así que él sabría decirme a donde lo habían trasladado.

"Oh, hey Soob. Lamento lo de tu madre y ahora lo de tu encargado, sé que ustedes eran casi como amigos"

Sus palabras me confundieron muchísimo más, ¿eran? ¿Qué lamentaba?

"¿A qué te refieres?" – le pregunté.

Su expresión se volvió en sorpresa. "Creí que lo sabías..." entonces pareció recordar algo y sacó una hoja doblada y un sobre que me entregó.

"Sabes que la vida no tiene sentido cuando sientes un vacío enorme que no se llenará ni con algodón.

Sabes que la vida no significa nada cuando ya no te preocupa mantener tu salud.

Sabes que no tienes motivos para vivir cuando ni siquiera puedes pensar en algo que te haga feliz.

Sabes que tu vida dependía de alguien cuando esta se va y no sabes qué hacer.

Cuando sabes todo esto, sabes que es momento de partir.

Entregar al oficial Soobin ⬇️"

Era lo que decía la carta. Abajo de la última frase estaban las marcas de algo despegado, el sobre que el oficial me había dado.

"En la ciudad resplandece un guardián,
rubio destello, noble y galante titán.
Entre calles, su presencia es un sol,
policía de fuego, belleza sin control.

Cabellos dorados como campos de trigo,
sus ojos reflejan un cielo amigo.
Con uniforme, es estampa de honor,
policía rubio, valiente defensor.

Su sonrisa irradia luz en la oscuridad,
cálido faro en la noche, seguridad.
Bajo la insignia, un corazón audaz,
en su mirar, un universo tenaz.

Entre callejones y sombras danzantes,
él, el guardián de luces deslumbrantes.
Su rubio cabello ondea al viento,
poesía en acción, justo movimiento.

En el pecho lleva el peso del deber,
un poema en uniforme, encanto a vencer.
Belleza que emerge con propósito ardiente,
policía rubio, estrella en el presente.

Gracias por acompañarme oficial, es una lástima que se haya cansado tan pronto de mí. Siempre lo recordaré como el apuesto oficial rubio con una mirada seca, pero que a mí me miraba con suavidad, tal vez por pena. Mi deseo, si es que usted desea cumplirlo, es que me recuerde como alguien especial y, si no es mucho pedir, cuando le pregunten por mí usted diga que fui su primer amor incluso aunque no fuera así.

La mejor manera de hacerle saber a alguien lo importante que es son los regalos que son flores y poemas desde el corazón. Los poemas son útiles para desahogar sentimientos que no son fáciles de decir, y las flores son una manera discreta y hermosa de comunicar idease y sentimientos. Cuando usted ame a alguien, escríbale un poema y regálele una gardenia.

Es mi momento de partir, pero yo sigo mis propios consejos. Te amo, Soobin-ie"

Adentro del sobre, junto a la carta, venía una gardenia. No sé quien le hizo creer que yo lo había abandonado, pero sé que mi peor error fue faltar aquella vez sin avisarle.

Cuando te ví en aquel juicio, esa mirada perdida y triste me recordó muchísimo a él. Por eso, el primer día que te ví te entregué una gardenia y un poema, pues sentí que era la única forma de regresarle a Beomgyu lo que el me había dado.

Pero la vida no castiga dos veces ¿o sí? Así que me enamoré de ti y decidí que contigo jamás te abandonaría, o eso es lo que me gustaría prometer."

Fue la historia que me contaste, la memoricé palabra por palabra.

— ¿y por qué no lo prometes? — te pregunté.

Reíste como todas aquellas veces que querías evitar las preguntas. Decidí no insistir y te retiraste en silencio.

Flores marchitas, poemas oscuros. - Yeonbin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora