It's Always Been You (Camren G!P)

¿Camila Cabello?

LAUREN

El bufete era un edificio bastante grande ubicado en el centro de la ciudad. Muchos iban y venían envueltos en sus propios mundos, teniendo discusiones telefónicas o maldiciendo en voz baja gracias a algo que les resultó mal. Me abrí pasó hasta uno de los ascensores para llegar al piso que le correspondía a quien esperaba fuera mi futura abogada aunque sabía que sería difícil convencerla. Al llegar, caminé directo hasta la oficina que ya conocía esperando encontrarla allí. Golpeé con los nudillos dando dos ligeros toques y aguardé hasta que pude oír su voz desde el otro lado.

-Adelante.- Dijo la morena muy concentrada en el archivo que tenía entre manos- Puedes poner los folios aquí, los leeré y organizaré más tarde.- Dijo sin siquiera levantar la mirada.

-¿Quién crees que soy? Te has convertido en un robot, Camz.

La castaña se congeló en su lugar y levantó la mirada de golpe.

-¿Tú...?.- Preguntó incrédula- ¿Qué...qué estás haciendo aquí?

Estaba sorprendida.

-También me da gusto verte.

Tomé asiento en una de las sillas frente a su escritorio y me acomodé en el lugar demostrándole que no tenía intenciones de irme pronto.

-¿Qué necesitas?.- Insistió la castaña un tanto nerviosa.

-¿Hace cuánto no nos vemos? ¿Desde el cumpleaños de Ally?

-Han pasado meses.- Murmuró Camila jugando con el bolígrafo entre sus dedos.

-Bueno, déjame decirte que estás aún más atractiva que en aquella reunión.- Sonreí de forma coqueta sintiendo cómo se tensaba y notando sus mejillas enrojecer levemente.

Bingo.

-¿Qué estás buscando exactamente, Lauren?.- Intentó ir directo al grano.

-Un abogado.- Dije sin más.

-¿Qué crees? Tú eres abogada y dueña de un prestigioso bufete.- Sonrió con ironía.

-No tengo ánimos de lidiar con mi propio caso y no quiero que nadie en el bufete meta sus narices en el asunto.

-Bueno, pues este también es un bufete. Aquí está lleno de abogados perfectamente calificados para encargarse de tu caso, sal y consigue uno. Yo necesito trabajar.

-¿Qué crees?.- La imité consiguiendo irritarla- A quien estoy buscando es a ti.- Camila frunció el ceño- Sé como trabajas y es por eso que estoy recurriendo a ti para que me ayudes con mi divorcio.

Hubo un silencio casi sepulcral al interior de aquella oficina, tanto así que logré escuchar al tipo en la oficina de al lado que parecía tener una discusión con su compañía de televisión por cable. Camila seguía mirándome incrédula y yo alcé ambas cejas esperando alguna reacción por su parte. La castaña carraspeó luego de un par de segundos dispuesta a volver a hablar.

-No hablas en serio ¿Verdad?

-Camila, ¿Te parece a ti que estoy bromeando?.- Pregunté señalando mi propio rostro.

-Lauren, tengo mucho trabajo ahora mismo.- Intentó excusarse- Hay muchos otros buenos abogados aquí. Además, yo no trabajo en esa área.

-Quiero que seas tú. Haces un buen trabajo y además eres alguien en quien confío.- Por primera vez en mucho tiempo nuestras miradas volvieron a encontrarse- Escuché que te has divorciado.- Comenté.

No había conseguido quitarme aquella noticia de la cabeza desde que Normani me lo había dicho por accidente.

-Si vamos a trabajar juntas limitémonos a lo estrictamente profesional ¿Está bien?