It's Always Been You (Camren G!P)

Y aceptaste porque...

CAMILA

-¿Es una broma?

Negué con la cabeza. Dinah examinó mi rostro detenidamente durante unos segundos en busca de algún gesto que indicara que estaba mintiendo, pero no vio nada.

-¡No me jodas!

-Créeme, me gustaría estar jugando contigo, pero no.

-Y aceptaste porque...

Honestamente, no tenía ni la más mínima idea de porqué dije que sí. Bueno, tampoco estaba segura de que Lauren hubiera aceptado una negativa de mi parte.

-Porque la conozco. No me dejaría en paz hasta que dijera que sí.

Dinah rodó los ojos.

-Claro, Lauren no puede aceptar un no por respuesta.

-Exacto.

-Aún así, es extraño.- Asentí estando de acuerdo con ella.

Lo era. Sobre todo porque estar junto a ella me recordaba viejos tiempos y no me gustaba para nada lo que aquellos recuerdos me hacían sentir.

-La buena noticia es que no durará para siempre.- Comentó.

Mi cara se contrajo en una mueca de fastidio.

-Eso está por verse. Cristal ha rechazado cada uno de los acuerdos que hemos redactado.

-Esa maldita mujer.- Dijo con molestia- Siempre ha sido un grano en el culo, y Lauren lo sabía perfectamente bien cuando decidió casarse con ella.

Me encogí de hombros.

-Supongo que estaba enamorada.

Dinah se echo a reír a carcajada limpia luego de escucharme y yo la miré con extrañeza.

-Por favor, Mila.- Hizo un esfuerzo por calmarse- La única mujer de la que Lauren ha estado realmente enamorada has sido tú.- Dijo con seguridad- Cristal acabó siendo un pobre intento para tratar de olvidarte.

-Estuvieron casadas 16 años, tienen dos hijos.

Mi amiga se encogió de hombros restándole importancia a lo que acababa de decir.

-Cristal es una mujer guapa y Lauren no es de piedra.- Contestó.

Puede que Dinah tuviera razón. Obligué a mi mente a no darle más vueltas al asunto. Pensar en el amor que algún día Lauren había tenido por mí abriría la vieja herida que me había encargado de camuflar en lo más profundo de mi corazón, y no necesitaba eso.

-Y dime.- Dinah se acercó un poco más a mí en el sofá- ¿Ha pasado algo entre ustedes?

-Es una cuestión profesional.- Respondí de inmediato.

-¿Me dirás que ni siquiera ha coqueteado contigo? .- Me vio alzando una ceja.

-Por supuesto que sí. Durante todas y cada una de nuestras fugaces reuniones y llamadas telefónicas.