Al día siguiente, me desperté temprano, sintiéndome renovada. Decidí cambiarme a algo cómodo y ligero, perfecto para mis clases de baile.
Me puse esto:
Luego, agarré mi botella de agua y salí rumbo al lugar de las clases. A medida que me acercaba, los nervios comenzaron a invadirme, pero me recordé a mí misma que el baile era mi pasión y que estaba aquí para disfrutar. Cuando llegué, me recibieron con una calidez que inmediatamente me hizo sentir más cómoda. Mis compañeras eran súper buena onda, y la profe tenía una energía contagiosa que me llenó de motivación.
La clase de baile duró solo dos horas, pero cada minuto estuvo lleno de risas y aprendizaje. Me dejé llevar por la música y los movimientos, sintiendo cómo cada paso me ayudaba a despejar mi mente y disfrutar del momento.
Después de la clase, volví a casa con el bolso en la mano, sintiéndome satisfecha pero un poco cansada. Como todavía tenía gimnasio, me cambié rápidamente y fui al entrenamiento. Pasé las dos horas allí, concentrándome en cada ejercicio y disfrutando del esfuerzo. Al finalizar, me fui a casa, me di una ducha refrescante y me vestí. Me puse esto:
Me arreglé el pelo y bajé al salón. Allí estaban Emi y Mauro, charlando animadamente.
Tn: Hola, chicos! —saludé mientras me acomodaba en el sillón.
Mauro: ¿Dónde andabas? —preguntó Duki, mirándome curioso.
Tn: ¿Yo?
Mauro: No, tu hermana. ¿A quién más va a ser? —respondió con un tono juguetón.
Tn: Baja un cambio, que solo estuve en clases de baile.
Mauro: ¿Tanto se demora en clases de baile? —me miró incrédulo.
Tn: No, solo fueron dos horas —le expliqué.
Mauro: ¿Y entonces? —insistió, arqueando una ceja.
Tn: También fui al gym —le aclaré.
Mauro: Para, no te cansas, nena.
Tn: No, al contrario, me energiza —sonreí.
Mauro: Quien pudiera... Bueno, tengo un tema serio que hablar con vos.
Tn: ¿Qué pasa? —pregunté, intrigada.
Mauro: Quiero, no, necesito grabar un tema contigo.
Tn: ¿En serio? ¡Dale! —respondí entusiasmada.
Mauro: ¿Tan fácil era?
Tn: ¿Qué pensabas, que me iba a hacer rogar? —bromeé.
Mauro: Maso, sí —dijo, encogiéndose de hombros.
Mauro: bueno, entonces hoy vamos con el Biza —anunció, una sonrisa traviesa en su rostro.
Tn: ¿Con el Biza? —repetí, sorprendida.
Mauro: Sí, boba —me dijo, como si fuera obvio.
Tn: Ah, bueno, ¿a qué hora?
Mauro: ¿Te parece a las 4:30?
Tn: Sí, perfecto. No tengo nada planeado, así que cuenta conmigo —respondí, emocionada.
Mauro: Okey—dijo, alzando el pulgar.
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¿Destino o Casualidad? 𝑹𝒖𝒔𝒉𝒆𝒓𝒌𝒊𝒏𝒈
De TodoTn Lombardo es una chica de 19 años que ha enfrentado muchas dificultades en su vida. Cuando era muy pequeña, su madre la "abandonó", dejándola al cuidado de su padre. Desde entonces, ha sido muy cercana a su primo Mauro, ya que cuando su padre trab...