A la mañana siguiente, el sol se colaba tímidamente por las cortinas de la habitación, iluminando suavemente mi rostro. Abrí los ojos despacio, sintiendo el calor del cuerpo de Thomi todavía a mi lado. Lo observé por un momento, notando cómo su expresión relajada mientras dormía lo hacía ver aún más adorable.
Sin querer despertarlo, me moví con cuidado, pero él pareció sentirlo y, con los ojos todavía cerrados, me rodeó con su brazo, acercándome más a él.
Thomi: Mmm... buen día, preciosa —murmuró con la voz ronca de sueño, esbozando una pequeña sonrisa sin abrir los ojos del todo.
Sonreí al escucharlo y acaricié suavemente su cabello.
Tn: Buen día, precioso
Nos quedamos así unos segundos, disfrutando de esa tranquilidad matutina, como si el mundo allá afuera no existiera, solo nosotros dos en ese momento. Sentí cómo una oleada de felicidad me invadía, y quise quedarme ahí para siempre.
Thomi, aún medio dormido, se giró un poco para mirarme mejor. Sus ojos comenzaron a abrirse lentamente, y me perdí en su mirada.
Thomi: ¿Dormiste bien? —preguntó, su voz aún cargada de sueño.
Asentí, jugando con un mechón de su cabello entre mis dedos.
Tn: Mejor que nunca... creo que es porque estuve abrazada a vos.
Una sonrisa se dibujó en su rostro, y lo vi inclinarse hacia mí, acercando sus labios a los míos. Antes de darme cuenta, me estaba besando suavemente, como si ese gesto fuera la forma más natural de comenzar el día.
Cuando nos separamos, el ambiente seguía lleno de complicidad.
Thomi: ¿Sabés una cosa? —dijo, mirándome con esa intensidad que me hacía sentir especial—. Me haces querer que todas mis mañanas sean así, con vos.
Sentí cómo esas palabras me derretían el alma, y no pude evitar sonreírle de vuelta.
Tn: Y yo quiero lo mismo, Thomi. Me encanta despertar con vos.
Se miraron en silencio, con una complicidad que no necesitaba más palabras. Luego, Thomi se movió un poco, incorporándose sobre un codo para poder mirarla mejor. Con una sonrisa juguetona, acarició su mejilla.
Thomi: Entonces, ¿qué te parece si empezamos esta mañana con algo de desayuno... o preferís quedarte en la cama un rato más? —le dijo, guiñándole un ojo, dejando claro que la segunda opción sonaba tentadora.
Tn, riendo entre dientes, se acurrucó aún más en sus brazos.
Tn: No me vas a sacar de esta cama tan fácil, Thomi.
Thomi soltó una carcajada suave al escucharla y bajó la mirada hacia ella, sus ojos brillando con una mezcla de ternura y picardía.
Thomi: Entonces, voy a tener que hacer algo para convencerte, ¿no?
Antes de que Tn pudiera responder, Thomi se inclinó y comenzó a besarla lentamente, recorriendo su cuello y su mandíbula con pequeños besos que la hicieron cerrar los ojos y suspirar. La sensación era tan agradable que se le olvidó por completo cualquier idea de salir de la cama.
Tn: Si seguís así, no me voy a querer mover en todo el día —murmuró, con una sonrisa entre tímida y cómplice.
Thomi se detuvo solo un segundo, acercando su rostro al de ella, sus labios apenas rozando los suyos.
Thomi: Ese es el plan, preciosa. Que nos olvidemos del mundo, solo vos y yo acá.
Tn lo miró a los ojos, perdiéndose en esa mirada que la hacía sentirse segura, como si todo estuviera bien cuando él estaba cerca. Se mordió el labio inferior, tratando de contener una sonrisa, pero no pudo evitarlo y se rió suavemente.
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¿Destino o Casualidad? 𝑹𝒖𝒔𝒉𝒆𝒓𝒌𝒊𝒏𝒈
De TodoTn Lombardo es una chica de 19 años que ha enfrentado muchas dificultades en su vida. Cuando era muy pequeña, su madre la "abandonó", dejándola al cuidado de su padre. Desde entonces, ha sido muy cercana a su primo Mauro, ya que cuando su padre trab...