Y no pude evitar caer en el amor.
Tn, la segunda princesa del reino Champiñon, era querida y respetada por los Toad's, tenía una hermana mayor que la amaba, y un honguito hiperactivo como mejor amigo.
Lo que más anhelaba en su vida era experimentar...
Al parecer armar mi kart si me ayudara a distraerme después de todo.
—¡¿Verdad?!—me apoyo DK igual de emocionado que yo.
—¡Si!—dije con los ojos brillantes por observar todo el lugar.
Kong's por aquí y por allá, construyendo Karts con cohetes, misiles, incluso había uno que flotaba.
—¿Por qué siguen ahí parados?—la voz del rey me saco de mi ensoñación—elijan sus karts.
Yo rápidamente corri emocionada a armar el mío, en dónde apareció un Kong con gafas.
—¡Ese Kong es demasiado cool!—grite con los ojos brillando, sorpresivamente el Kong al escuchar mi comentario solo me dió una sonrisa de lado y yo me sonroje.
—Tsk, ¿Que le ves?—me pregunto molesto Mario y tanto que el Kong como yo le dimos una mala mirada, a lo que Mario sonrió nervioso.
—Pues al menos el, si tiene estilo—lo defendí.
—Estilo de pandillero.
—Bueno al menos no lleva guantes blancos que obviamente se le van a ensuciar.
—Crei que te gustaban los guantes—se sobo los guantes triste.
—Me gustaban Mario, ahora no estoy tan segura.
El solo me dió una mirada que no supe descifrar si era de tristeza, arrepentimiento o abandono.
—Tn...
—Chicos armen sus karts, después siguen con su absurda pelea de pareja—nos regaño Peach.
—No somos pareja—gritamos ambos sonrojados, así que rápidamente volví mi atención en armar mi kart.
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Termine eligiendo un kart de color azul pastel, mi color favorito.
—Ese color te va bien hermanita—me algo Peach.
—Gracias, tu motocicleta también es muy linda Peach.
—No sabía que ibas a elegir el mismo modelo que yo Tn—me dijo nervioso Mario y si efectivamente teníamos el mismo modelo—parexe que aún tenemos cosas en común—rio nervioso.
—No te ilusiones, es solo que este modelo se me hizo muy práctico y facil de manejar—le dije sería, el solo me vio con ojitos de cachorrito.
Lo siento Mario, pero ahora ni los ojitos de cachorrito te salvarán.
¿Será que estoy siendo demasiado cruel?.
Al parecer Mario iba a decir algo pero no pudo pronunciar ni una palabra por qué apareció Toad con un 4x4.
—Oye honguito, ese auto pesa más que tú—bromeé.
—Solo estás celosa—dijo poniéndose unas gafas de sol negras y aceleró el auto.
