Falling In Love - Super Mario Bros

Eres especial Mario.

—Bueno creo que ya debemos de dormir un poco ¿No creen?—pregunto Peach mientras se acercaba con nosotros.

—Si—asentimos dándole la razón.

—¿No creen que alguien debería de vigilar mientras los demás duermen? Ya saben para evitar peligros—sugerí.

—Claro—me apoyo Toad—podríamos turnarnos por pareja, para que los que vigilen no se duerman.

— Si tienen razón—dijo mi hermana—bien entonces Tn estarás con...

—Mario—la interrumpió Toad—y yo estaré contigo Peach.

Yo lo mire con una cara que decía: ¿Qué tratas de hacer honguito?.

El solamente me dio una sonrisa traviesa.

—Eh si ¿Por qué no?—dijo Peach—entonces Mario estará con Tn y Toad conmigo, ¿Hay alguna objeción?.

—No—negamos todos.

—Si les parece bien Mario y yo seremos los primeros en vigilar—me ofrecí—¿O estás muy cansado?-le pregunté preocupada.

—No para nada—me contestó.

—Okay entonces si nos disculpan iremos a dormir un rato—dijo Toad

—Si notas algún peligro solo grita—me dijo mi hermana mientras me tomaba del rostro.

—Tranquila Peach, estaré bien-le sonreí.

—Vamos princesa—la tomo de la mano para llevarla a una especie de camas improvisadas que habíamos armado.

Mientras se iban Toad se giro y me guiño un ojo.

Yo solamente me sonroje.

—¿Qué fue eso?—me preguntó Mario.

—A-ah nada—solte una risa nerviosa—solo era Peach preocupada por mi, lo normal—dije para desviar la atención.

—Claro—dijo no muy convencido—¿Te parece si nos sentamos?—me señaló unas rocas.

Yo solo le asentí y empecé a caminar hacia ellas.

—Asi que... Peach y tú se llevan bien ¿Eh?—no se por que le pregunté eso.

—Si eso creo—se sonrojo.

Se sonrojo de la misma forma en que yo me sonrojo con el.

—Que bien—sonreí falsamente.

—Pero no tanto como tú—me dijo—ella parece preocuparse mucho por ti.

—Si, supongo que debe de hacerlo.

—¿Por qué?—me preguntó confundido.

—&Por que Peach es mi hermana mayor.

—¡¿Qué?!—gritó.

—Shh—le puse mi mano en sus labios y me acerque a su rostro—Mario no grites—le susurré.

Así de cerca puedo ver qué tiene ojos muy hermosos y su nariz es muy chistosa pero lo hacer ver lindo.

—¡Perdón!—me aparte de golpe al ver lo cerca que estábamos.

—Ay no tranquila—le resto importancia.

Mentiría si digo que su indiferencia hacia a mi no me dolio.

—Es solo que fue muy sorprendente saber que son hermanas.

—¿Por qué?, ¿No lo parecemos?—le dije fingiendo estar ofendida.

—No no, bueno... Es que Peach es rubia y tú castaña, ella tiene los ojos azules y tú cafés, ella tiene el cabello lacio y tú ondulado—me explico con miedo.