𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 𝐈𝐅 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐀𝐍 | Coriolanus Snow [✓]

━━ 𝟐𝟓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎
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𝐒𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐌𝐈 𝐂𝐔𝐄𝐑𝐏𝐎 𝐒𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐄 𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀Ñ𝐀 𝐌𝐄 𝐈𝐍𝐕𝐀𝐃𝐄. Arrojo la manta morada fuera de mi cuerpo mientras corro hacia el baño al final del pasillo.

Mi mano instintivamente va a agarrar el cabello y sostenerlo fuera de mi rostro mientras vuelco todo mi peso corporal en el inodoro.

Este es el cuarto día de esta semana que me lanzo al inodoro como mi primera tarea del día. Ayer estuve descansando y pensaba que el virus estomacal que tuviera se hubiera ido, pero al parecer, no fue así. 

Emito otro sonido de arcadas mientras más vómito sale de mí. La sensación de ardor bajando por mi garganta es suficiente para hacer que mis ojos piquen con lágrimas y realmente quiero llorar porque estoy cansada de estar enferma. 

─ Tendrías que ir al médico ─dice Sejanus desde la puerta, sorprendiéndome. Suelto un profundo suspiro, dándome un momento para respirar mientras mis náuseas se calman─. Estás empeorando, ¿verdad?

─ Estoy bien. 

No me sorprendería haber cogido la gripe o algo menor, después de todo, había estado pasando prácticamente todo el día y la noche en esa maldita escuela.

Puedo sentir los ojos de Sejanus sobre mí, examinándome. Está claro que no me cree, pero realmente no me importa. 

Me levanto del suelo, tirando de la cadena del inodoro mientras comienzo a caminar lentamente hacia el lavabo.  

─ Entonces... ¿tú y Coryo? ─bromea, una sonrisa juguetona en sus labios mientras se apoya más en la puerta. 

Revuelvo los ojos, bufando mientras abro el grifo. 

─ Déjame en paz, Sej. 

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𝐇𝐀𝐁Í𝐀𝐍 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐈𝐙𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎𝐒, sin embargo, por alguna razón, el decano Highbottom me había llamado a su oficina.

Realmente no estaba segura de qué tendría que decir cuando llegara allí y, honestamente, estaba asustada. 

Mi estómago estaba lleno de mariposas revoloteando y mi puño temblaba mientras iba a golpear en su puerta abierta, notificándole de mi presencia. 

─ Entra ─dijo, sin molestarse en levantar la vista de los papeles en su escritorio. Lentamente, caminé hacia adentro─. Siéntate. 

Obedeciendo la solicitud, me senté en la silla teñida de rojo a la izquierda.

Mis nervios aún están por todo el lugar, incluso antes de que él retire sus gafas de su rostro y las coloque en su escritorio junto a sus manos entrelazadas.

─ Señorita Plinth ─suspira, y casi parece como si lamentara informarme de lo que está a punto de salir de su boca─. Técnicamente, has ganado el Premio Plinth. 

Mis cejas se fruncen en confusión. 

─ ¿Qué?

Todos estaban allí cuando Coriolanus ganó... cuando Lucy Gray ganó. 

─ Bueno, parece que el pájaro cantor no ganó realmente. El Señor Snow hizo trampa. 

No puede ser verdad.

Coryo habría... debería haber sido más que capaz de ganar sin hacer trampa. Es inteligente, más inteligente que yo... y fue un maldito buen mentor. 

─ ¿Hizo trampa? ─me burlé, completamente incrédula─. ¿Qué quiere decir con hacer trampa?

─ Bueno, temo que no puedo entrar en muchos detalles, pero... quería ofrecerte tu diploma y felicitarte por la victoria. Tienes la beca, estoy segura de que lo harás genial. 

Ganar debería sentirse mejor que esto. Se supone que ganar debería sentirse mejor que esto. 

He pasado casi la mitad de mi vida esforzándome al máximo para superar a Coriolanus Snow en cualquier cosa, pero ahora que ha sucedido, estoy enfadada. 

No, no estoy enfadada. Estoy furiosa. 

Aprieto y suelto mi mandíbula antes de pasar mi lengua por mi labio inferior. 

─ Gracias, decano Highbottom. Pero... ¿no debería haber ganado Festus después de mí?

─ Exactamente, pero la tarea era presentar la mejor actuación. Y usted y su tributo del Distrito 2 ciertamente lo lograron.

Mia. Su nombre era Mia, bastardo.

Mi sangre hierve y todo mi cuerpo está lleno de pura rabia en este momento, y lo único que quiero hacer es golpear algo... o a alguien. Tal vez incluso a Coriolanus. 

─ Espero que haga cosas buenas con la beca, Señorita Plinth. 

A la mierda la beca, a la mierda esta academia. A la mierda el Capitolio y a la mierda este maldito país. 

Me entrega un grueso papel que pone "Beca Premio Plinth" con mi nombre y la firma de mi padre debajo, pero no significa nada para mí.

Quiero quemar ese estúpido pedazo de papel y sonreír mientras se convierte en cenizas.

Cojo la beca de sus manos y le decido una sonrisa letal, llena de veneno.

─ Gracias, decano Highbottom. 

© 𝑭𝑨𝑰𝑺𝑻𝑺𝑳𝑼𝑽𝑹𝑹