𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 𝐈𝐅 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐀𝐍 | Coriolanus Snow [✓]

━━ 𝟑𝟑

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐓𝐑𝐄𝐒
━━━❄️━━━

𝐃𝐔𝐑𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐋𝐀 Ú𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐒𝐄𝐌𝐀𝐍𝐀, me he encontrado cuestionando por qué vine aquí. Estoy limpiando mi casa por tercera vez hoy porque no tengo nada mejor que hacer.

Soy inteligente como el infierno. Debería estar preparándome para le mejor universidad que Panem puede ofrecer, pero estoy aquí. En el Distrito 12. 

He dejado atrás a mis padres y amigos solo para barrer las pequeñas partículas de suciedad de la casa que compré para cumplir lo que fue un sueño impulsivo. 

Mis palmas están empezando a sudar por el mango de madera y temo que pueda comenzar a formar ampollas en mis manos.

Coloco la escoba contra la pared y voy a lavarme las manos justo cuando Coryo entra por la puerta principal. 

No me molesto en mirar hacia atrás. Estoy confundida y molesta, y las hormonas de mi embarazo no están ayudándome. 

Coloca un montón de cosas sobre la encimera junto al fregadero y rodea mi vientre con sus brazos antes de darme un beso en la parte superior de la cabeza. 

─ ¿Cómo fue todo hoy?

Horrible, quiero decir, pero no lo hago. 

Muestro una sonrisa en mis labios. 

─ Bien.

La palabra es una simple mentira, pero estoy demasiado cansada como para decirle la verdad. Todo está saliendo mal y se está derrumbando sobre mí y no puedo hacer nada al respecto excepto respirar sus cenizas. 

Él murmura, sus labios vibrando contra mi cabeza. 

Alcanzo una tela amarilla a mi lado y la uso para secarme las manos. 

─ Eh... ─Coryo clara su garganta mientras se aleja de mí y señala el grupo de plantas verdes junto a nosotros─. Me lo dio Lucy Gray. Me dijo que las lentejas... son buenas para el embarazo, o algo así. 

Él comienza a desabrochar su uniforme azul y me desconcierta que no pueda ver que claramente estoy molesta. 

Probablemente le haya contado a Lucy Gray más sobre sus sentimientos hacia mi embarazo de lo que me ha contado a mí. 

Un agudo suspiro se escucha, y no necesariamente quería que sonara tan mordaz como suena. 

─ ¿Tienes que contarles a todos nuestros asuntos?

Él se detiene a medio camino de quitarse la camisa, mirándome con simpatía mientras me apoyo en la mesa. 

─ Solo se lo dije a Lucy Gray...

Voy a perder esta batalla si trato de pelear. 

Le hago un gesto con la mano, mostrando una sonrisa que dice que estoy bien con estar embarazada, haciendo estas aburridas tareas de esposa mientras él está trabajando cuando debería estar obteniendo una maldita educación perfecta.

─ Tienes razón. Lo siento. 

Él se pone la camisa de manga larga sobre los brazos y me obligo a soltar una risa suave. 

─ Lo siento, las hormonas del embarazo me ponen muy nerviosa. 

Él me ofrece también una sonrisa. 

Giro mi cuerpo de nuevo una vez que los papeles junto a la planta de lentejas llaman mi atención. Hay un montón de papeles sujetos con una pinza, con un sello que dice Distrito 2. 

Mis cejas se fruncen con confusión.

─ ¿Qué es esto?

Se coloca a mi lado, ahora solo con bóxeres y una camiseta blanca, mientras su mano está ocupada con su ropa. 

─ Me destinan a otro lugar.

Jodidamente fabuloso.

Me he gastado todo mi dinero en esta casa y ahora tendremos que mudarnos. 

Puedo sentir como mis ojos se humedecen al ver los papeles, pero solo porque he estado muy contenida durante todo el día y ahora esto y lo de Lucy Gray solo ha añadido un estrés inmenso y... probablemente no tendremos casa si vivimos en el Distrito 2. 

Supongo que Coriolanus nota la lágrima que ahora ha bajado por mi mejilla porque él sostiene mi rostro con su mano libre y encuentra mi mirada. 

─ Oye, tienes familia en el Distrito 2, ¿verdad?

Sí, pero no los he visto desde que tenía nueve años.

Asiento, limpiando la cálida lágrima de mi mejilla. Estoy abrumada por la emoción y no sé cómo expresar ninguna de ellas ante él, me siento patética. 

Su pulgar acaricia uno de los lados de mi mejilla y la sensación que me provoca debería lavar todas las demás... pero no. Siento un hormigueo de mariposas revoloteando en lo más profundo de mí, pero no siento cómo me sentía normalmente con la mano de Coryo contra mi piel desnuda.

Quizás sea por las hormonas, el aburrimiento y la soledad que siento aquí, o tal vez sea algo extraño que me esté consumiendo, algo que ha pasado entre Coriolanus y Lucy Gray. 

─ ¿Qué está pasando? ─puedo sentir sus ojos escudriñando mis rasgos─. Háblame, Mare. 

Finalmente, encuentro su mirada y, de inmediato, me arrepiento. 

─ ¿Ha pasado algo entre tú y Lucy Gray?

Sus ojos cambian con algo que aún no reconozco y no duda en dejar su puñado de ropa en la mesa para luego alzar su mano ahora libre y agarrar el lado opuesto de mi rostro, mirándome intensamente a los ojos.

─ Eres solo tú. Siempre has sido tú. 

─ Eso no responde a mi pregunta ─ya no puedo silenciar mis pensamientos mientras suelto un aliento tembloroso. 

Mueve la cabeza una vez. 

─ No. 

Escucho la palabra y le miro fijamente a los ojos, pero por primera vez en la vida, no sé si le creo.

© 𝑭𝑨𝑰𝑺𝑻𝑺𝑳𝑼𝑽𝑹𝑹