capitulo 6

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Seco sus lágrimas, pasó saliva y me vió. Su ojos eran tan negros como su cabello, hacían casi imperceptible su iris. Sus pupilas estaban dilatadas.

- Sí no hablas me haces imposible ayudarte, lo sabés?.

Hablé con la esperanza de una respuesta. Relamío sus labios, sollozó y volvió a llorar.

- Eres patética - dije fastidiado dándole la espalda, sentía mucha curiosidad pero no sabía bien como abordar la situación.

-Cuál era la necesidad?, Yo no te pedí nada, a qué juegas. No eres Dios carajo - aventó la almohada con todas sus fuerzas pero a duras penas rebasó la cama.

- Sigues sin decir nada útil.
-Ash.

Pierre entro bruscamente a la habitación con un sobre en las manos.

- Despertó.
- Sí.
- Lloras?- dirigía su pregunta a Eva, esta le ignoró mirando al ventanal.

- Sí es por tu pierna sabrás que no puedo disculparme.

Ella no decía palabra, respiraba profundamente buscando regular sus emociones. Pierre jaló mi camisa sacándome de la habitación.

- Qué es?- observé el sobre en sus manos.
- Los resultados de los exámenes.- volteó a ver la habitación - Podría tener sida entiendes, yo la tomé en brazos tuve contacto con su sangre.

Entrecerre los ojos, aunque pudiera ser una posibilidad sentí exagerar. Estiré mi brazo para tomar el sobre pero esquivo mi acción.

- No te has bañado Ashland, hueles a mierda. Quítate esa ropa.

Hice mala cara y me dirigí a mi habitación. Vivía más en casa de Pierre que en la mía.  Después de un necesario baño y ropa limpia. Bajé a la sala. Pierre se encontraba almorzando en la isla de la cocina.

- Que bonito te ves limpio.
- Me dejarás ver los resultados?.

Deslizó el sobre en el liso mármol del mesón , rasgó sacando la hoja en su interior.

- Le pedí al Doc lo tradujera en términos entendibles todos esos números y palabras raras,qué dicen?.

Habían tres hojas, en una habían un montón de laboratorios, valores que no entendía, como Hemograma IV Hemoglobina Hematocritos recuento de eritrocitos, recuento de plaquetarios, proteína C reactiva alta.

Pero después de un sin fin de laboratorios y números. La segunda hoja explicaba que tenía una anemia normocalorica, desnutrición proteico calorica, desequilibrio hidroelectrolítico,  trastorno hematológico....pero aquello eran cosas solucionables.

- No suena tan grave, no soy médico pero con una buena alimentación debería bastar, no crees? .- dijo Pierre mientras yo seguía leyendo.

- Mierda.

Pierre levantó su mirada del plato después de un al parecer eterno silencio de mi parte, se dirigió a mi al no soportar el suspenso.

- Sí tiene sida? - me arrebato la hoja de las manos y comenzó a leer, demoró un rato hasta qué llegó a ese punto.

- Hija de su... Ashland tú crees que ella lo sepa?. Qué haras?

Su nivel de confianza en mí era surreal. Qué siguiera confiando las decisiones a mí.

- Debemos decirle, no?...- pregunté y luego me corregí - Es decir,qué debería hacer, lo querría?.

Pierre se encogió de hombros.

Analicé la situación unos segundos, ella no me había pedido ayuda en ningún momento. Por mí intromisión una persona importante para ella moriría de cumplirse la fecha que le inventé, todo habría acabado para aquel sujeto que protege. No estaba jugando ningún papel relevante , el protagónico al que me aferraba egoístamente no beneficiaba a nadie. Me obligaba a vivir una aventura perjudicial.

- Querer que cosa?- su áspera voz sonó desde las escaleras, cojeaba intentando bajar

- Eva deberías reposar tú estado no es bueno....- corrí escaleras arriba para acompañarla a la habitación, puso resistencia y me rendí ayudarle a bajar, poso su brazo sobre mis hombros y tome con fuerza su cintura bajando un escalón a la vez.

Pierre volvió a centrarse en su comida , cuando llegué al final de las escaleras, soltó mi cuello yo demoré una fracción de segundos en soltarle también.

- Eva llegaron los resultados de tus exámenes..- dije brindándole mi apoyó nuevamente, miro el suelo, miro mi mano extendida y la venda blanca en su muslo. Miró a Pierre con odió.

- Terroncito no me mires así, más allá de ponerme nervioso me pones caliente.

- Pierre!- proteste, era temprano para sus chistes de mal gusto.

- Ashland es una ramera del mercado negro, te juro la han tratado peor. Pero si quieres que finja gentileza - hizo mala cara - Ven Eva, acercate y come a mi lado.

Su cinismo era molesto.
No habían razones para seguir reteniendo a la chica, lo mejor sería devolverla a su mundo. Era tan débil y lánguida que no imaginaba que fuera la protectora de alguien.

- Eva estás embarazada.

Lo dije sin más, darle más vueltas al asunto era agregar dramatismo innecesario
Entre cerro los ojos, y desenfoco la mirada tratando de recordar algo.

- De cuanto tiempo?.

Preguntó finalmente

- Es necesaria una ecografía.

Perdió el equilibrio y cayó al piso, fui muy lento para llegar a ella. Me sentí mal, primero creía que su protegido había muerto y ahora esto.

- Eva...- quise hablar pero me interrumpió su mirada, se volvió triste y su respiración entrecortada.

- Ash...puedes hacer algo por mi?- su voz era apenas audible.

- Dime.

Me vió con esperanza, estaba desesperada.

- Mátame.- rogó con voz chillona.

Pierre inundó la estancia con una risa escandalosa, ambos le miramos confundidos.

- Quien te crees que eres?. Qué te matemos no seas ilusa. Ash está loca con infulas de importancia ya me hartó, que no la maten que sí, que se va que no. Deja de perder el tiempo- miro con superioridad a la chica en el piso-  Te quiero largo de mi casa y de nuestras vidas, ya esto llego demasiado lejos que situación tan ridícula.

Arrugue el gesto, no me gustaba lo que hacía Pierre. Buscaba protegernos lo sé, vivir un minuto más está retorcida comprar no era prudente. Pero recordé una cosa. No era veinte de febrero , solo había pasado un día de su llegada
Nadie había muerto aún mis posibilidades de saber su verdad seguían latentes. Me arrodille y tome su cara entre mis manos, su piel era suave y fría.

Sus ojos se encontraron con los míos y una extraña sensación de nerviosismo atacó mi estómago nuevamente.

- Mentí, no es veinte de febrero, fue ayer que llegaste.

Retiró su rostro evadiendo mi tacto, se arrastró poco menos de un metro de mi, vió el vendaje en su pierna y volvió a vernos.

- Están enfermos.

Tenía dos semanas para conocer su pasado, sumergirme en algo peligroso pero emocionante. No podía morir sin hacer algo mínimamente emocionante, quería experiencia raras, como un arma apuntando me, alguna herida dolorosa. Quería ese tipo de adrenalina antes de subir a un rascacielos y saltar al vacío, antes de aventarme a las vías de un tren  ó dispararme en la cabeza, cualquier cosa que representara una muerte inmediata e indolora. Debía vivir.

INEXORABLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora