Recuerdo cuando leí sobre algunas grandes compañías farmacéuticas que
decidieron lanzar al mercado una pastilla tipo Viagra femenino. El artículo decía que
según un estudio, resultó que casi la mitad de las mujeres estadounidenses tenían
algún problema de disfunción sexual. Según ellos, estas mujeres tenían menor deseo
sexual y dificultades para tener un orgasmo.
Apelaban al público femenino diciendo que las pastillas las harían sentir como
"una verdadera mujer" y diciendo que "no se volverán a sentir infelices de nuevo".
Como si ellos supieran qué era lo que causaba la infelicidad del mundo, o como si los
ingredientes para ser una verdadera mujer pudieran recetarse en pastillitas.
Según ellos, este Viagra femenino desataba el deseo sexual en las mujeres. ¿Y
luego? Las mujeres no funcionamos de esa manera. No porque sientas deseo sexual y
hagas algo al respecto vas a tener un orgasmo, o el acto sexual te dejará satisfecha.
Para las mujeres no es una formula de A+B =C.
Es evidente que el problema de millones de mujeres sexualmente insatisfechas
no se arregla con una pastilla. Y tampoco se puede culpar a los hombres de no saber
hacer feliz a una mujer en la cama, aunque los hayan que no sepan hacerlo. Pero
cuando el cuarentaytantos por ciento de las mujeres están insatisfechas (y según el
estudio sesentaytantos en otros países) no puedes culpar a los hombres por el
problema.
Nadie descubre el hilo negro cuando dicen que la satisfacción sexual de una
mujer comienza en su cabeza. Pareciera que a las personas nos hace falta un poco más
de conocimientos sobre la sexualidad del ser humano. ¿Cómo es posible que no
estudiemos más sobre el tema si la sexualidad se trata de la expresión de una de las
emociones básicas del ser humano? Ya se sabe, el placer comienza en la cabeza de la
mujer, pero nunca hacemos nada al respecto. El placer comienza mucho antes de
quitarse la ropa, o incluso de encontrar pareja. Comienza con aceptar tu cuerpo (pero
también cuidarlo, obviamente; haciendo ejercicio, comiendo bien, queriéndote). El
placer comienza al sentirte a gusto en tu propia piel. El placer comienza en saber
relajarte, en saber dejar atrás el estrés, los pendientes, la vida diaria. En olvidar los
tabús, los miedos, la falta de confianza en sí misma. El placer comienza en el cotidiano
al trabajar en redescubrir los sentidos: el olfato, la vista, el tacto, el gusto, la audición;
todos tan importantes para disfrutar de la sensualidad. Y no sólo para disfrutar de ella,
sino para despertar el deseo sexual que mujeres incluso muy jóvenes reportan sentir
disminuido.
Se podría pensar que para el placer somos complicadas las mujeres y sin
embargo, al trabajar en ello ¡somos tan capaces de tanto! El simple hecho de que las
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Mujeres De Aretes Largos (by Elena Sofía Zambrano)
Chick-LitNo soy muy buena haciendo sinopsis pero lo voy a intentar. Primero que todo este libro no es mio, es de Elena Sofía Zambrano. este libro habla de las mujeres de lo difícil pero lindo que es ser mujer y nos lo cuenta a través de divertidas anécdotas...