Luces, cámara, amor.

Capítulo 17

Perspectiva de T/N

Estaba en la bañera, disfrutando del agua caliente y el ambiente relajante con velas y música suave. Cuando llegamos a casa, Lizzie subió a mi habitación y me preparó un baño de burbujas mientras ella preparaba algo de comer.

Mis ojos estaban cerrados, sintiendo cómo mis músculos tensos se relajaban en el agua caliente, liberando el estrés del día. Las voces en mi mente se calmaron. Un golpecito leve en la puerta se escuchó, Lizzie asomó la cabeza con una sonrisa, preguntando si todo estaba bien.

"Mejor que bien", suspiré.

"Cuando estés lista, te espero en la sala. Preparé snacks y podemos ver una película para relajarnos". Me dijo suavemente.

Miré maravillada a Lizzie, que me daba toda su atención y me trataba con tanto cariño que hacía que sienta más aprecio por ella. Creo que me estoy enamorando de esta hermosa mujer, y rápido. "¿Qué?" preguntó, al notar que la miraba sin decir una palabra.

"Eres maravillosa", dije con cariño. Lizzie sonrió con ternura, regalándome esa hermosa sonrisa con su nariz arrugada. "Salgo enseguida, hermosa" dije sonriendo.

"¿Hermosa?" repitió, sonrojándose.

"Sí, hermosa. Eres mi hermosa", le dije suavemente. Sus ojos brillaban a la luz de las velas.

"Por favor, no tardes", dijo con tono sexy.

Minutos después, salí del baño y me vestí cómodamente. Bajé las escaleras y vi a Lizzie en la sala. Se puso de pie, y acercándose a mí, me dio un pequeño beso, tomó mis manos y me condujo al sofá. En la mesa de café, había bocadillos listos. Lizzie se recostó en el sofá, me colocó entre sus piernas; mi espalda estaba apoyada en sus pechos, sus brazos rodearon mi cuerpo. "¿Cómoda?" preguntó. Asentí y me dio un pequeño beso en la cabeza.

Estábamos viendo la película, comiendo bocadillos y riendo con algunas escenas. Suavemente acariciaba el brazo de Lizzie, su piel se erizaba al tacto. Ella acariciaba mi panza por debajo de mi camiseta y suspiraba de vez en cuando, disfrutando de nuestro cariño. A mitad de la película, Lizzie empezó a darme pequeños besos en el hombro, acercándose poco a poco a mi cuello.

Al sentir sus labios en mi cuello, solté un pequeño gemido, lo cual la animó a seguir. Moví mi cuerpo para darle más acceso, mis manos fueron a sus muslos, acariciando con más fuerza cuando uno de sus besos encontró mi punto débil.

Cuando nuestros labios se encontraron, la película quedó en segundo plano. Me moví encima de Lizzie, ella acostada en el sofá mientras nuestros besos se intensificaban. Una de mis piernas estaba entre las suyas, sus manos en mi cuello y espalda. Lizzie mordió suavemente mi labio inferior, provocando otro gemido, permitiendo que nuestras lenguas se encontraran, danzando en perfecta sincronía. Lentamente empecé a mover mi pierna, haciendo contacto con su centro, logrando que Lizzie soltara un gemido gutural. Sus manos apretaron mi trasero, alentándome a acelerar el movimiento de mi pierna. En ese momento nos mirábamos intensamente. Ojos lujuriosos y dilatados era lo único que se veía en la mirada de Lizzie. "T/N, por favor", suspiró.

"¿Estás segura?" pregunté sin dejar de moverme.

"Sí", respondió rápidamente, volviendo a besarme con más fuerza y pasión.

Saliendo del beso, me levanté y le ofrecí mi mano. Por un momento, dudó, y mientras tomaba mi mano la guié hacia las escaleras para subir a mi habitación. "Vamos", dije.

Al entrar a la habitación, nos paramos al pie de la cama. Comencé a acariciar sus brazos sin dejar de mirarla a los ojos. Tomé el borde inferior de su camiseta y suavemente le dije: "Yo te cuido". Asintió con la cabeza, levantó los brazos y lentamente subí su camiseta, quitándosela por la cabeza. "Si quieres parar en cualquier momento, no tengas miedo de decírmelo", le aseguré. Lizzie puso sus manos en mi cara y se acercó a mí, dándome un tierno beso. Ella me ayudó a quitarme la camiseta y, por primera vez, estábamos frente a frente contemplando nuestros cuerpos semi desnudos. Acaricié su abdomen suavemente con mis dedos, sintiendo una pequeña tensión en mi centro. Lizzie puso sus manos en mi cintura, dándome un pequeño apretón. Nuestros labios se encontraron nuevamente, moviéndose suave y lentamente.