En las vibrantes calles de Los Ángeles, T/N Morales, de 33 años, ha construido una carrera en el mundo del cine, capturando suspenso, misterio y crimen a través de su lente. Su carrera profesional es fascinante, pero su vida personal es un enigma bi...
Al día siguiente, decidí ir a la oficina de mi galería de arte. Allí tengo en exposición fotos que suelo capturar de la ciudad, sobre todo de noche. Las noches en Los Ángeles son un espectáculo visual, llenas de oportunidades para tomar fotos, desde las luces brillantes de la ciudad hasta los rincones con encanto que destellan en cada esquina. Cada rincón de la ciudad cuenta su propia historia en esta mezcla de luces y sombras. Eso es lo que me atrajo y me hizo mudarme aquí. También brindo un espacio a otros artistas a un costo accesible para que muestren sus obras y se den a conocer. La galería constantemente está llena de nuevos artistas y gente interesada en comprar algunas obras y participar en nuestros talleres.
Cuando entré a la oficina, me encontré con Anna, mi recepcionista y secretaria. Ella mantiene la galería funcionando mientras yo trabajo en otros proyectos.
"Hola, Anna, ¿cómo va todo por aquí?"
"Hola, T/N. Todo va bien. Tenemos muchos artistas nuevos y, además, ¡vendimos una de tus fotos!", dijo con emoción.
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(La foto que vendieron)
"¡Eso suena genial! ¿Algún mensaje para mí?"
"Sí, hay un nuevo artista interesado en exponer aquí, pero ya me ocupé de eso. Y tienes una visita que te espera en tu oficina."
"Ah, entiendo. ¿Y quién es esta visita misteriosa?"
"Dijo que era una sorpresa" respondió nerviosa.
"Bueno, gracias, Anna."
No suelo ser fanática de las sorpresas, y no saber quién me espera en mi oficina me dejó con los nervios a flor de piel. Subí las escaleras, pensando en quién podría ser. La última vez que alguien me sorprendió así, fue Adri, y honestamente, no tenía muchas ganas de otro encuentro como ese.
Abro la puerta lentamente y noto que las luces de mi oficina están apagadas. Solo una tenue luz se filtra a través de las cortinas entreabiertas, dejando ver vagamente las siluetas en la habitación. Hay alguien sentado en uno de los sillones. Con cautela, doy un paso hacia adentro, tratando de encontrar el interruptor de la luz, sin perder de vista a la misteriosa figura que se acerca lentamente. Estoy preparada para cualquier movimiento repentino. Finalmente, logro encender las luces, y en ese momento, la figura da un salto y me asusta al tomar mis hombros. Con la oficina completamente iluminada, descubro que es AJ, sosteniendo una máscara de Jason en la mano, riéndose a carcajadas por la broma que me hizo.
"¡Jajajaja", su risa retumbaba por toda la oficina.
"Si querías asustarme, déjame decirte que casi lo logras" dije con un tono serio, aunque no pude evitar sonreír.
"¡Aahh, la gran T/N, ¿le tienes miedo a la oscuridad?" bromeó.
"Cuando una figura misteriosa se te acerca en plena oscuridad, sí."
