Capítulo 29

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Perspectiva de T/N

"Ya está dormida," dije al bajar las escaleras y encontrarme con las chicas sentadas en la sala. Sus rostros mostraban gran alivio.

"¿Qué pasó?" pregunté, sentándome al lado de Lesli.

Lesli comenzó contándome lo que sucedió en la mañana. Candy tuvo una sesión con el terapeuta para entender por qué cometió el horrendo crimen. Descubrieron un trauma de su infancia, y las emociones de esa escena eran muy fuertes y delicadas. La escena terminaba con un grito y llanto desgarrador de Candy, pero al parar de grabar, Lizzie no pudo dejar de llorar, lo cual preocupó a todos los presentes.

Lily continuó contando que trajo a Lizzie a la casa y que ella no dejaba de sollozar, no quería comer ni hablar con nadie. Lo único que pidió fue estar en mi habitación y se aferraba a mi almohada. También me contaron que se pusieron en contacto con su psicóloga, quien llegaría al día siguiente.

"Vaya," contesté suspirando después de escuchar todo. No podía imaginar las emociones que sintió Lizzie y me sentía mal por no estar aquí para apoyarla. Estaba agradecida con las chicas por estar presentes; estos meses de convivencia nos permitieron ser no solo colegas de trabajo, sino también amigas.

No pude evitar llorar y, con una sonrisa, las miré y simplemente les dije, "gracias." Lesli acarició suavemente mi hombro ofreciéndome otra sonrisa.

No pasó mucho tiempo antes de despedirnos. Después de cambiarme de ropa, me acosté en la cama. Lizzie casi inmediatamente se giró hacia mí, así que la envolví en mis brazos. Mi mente recordaba los acontecimientos del día anterior, y sabía que mañana no sería un día fácil. Habían sucedido muchas cosas de las que tendríamos que hablar, y para eso, necesitaba descansar.


Al día siguiente

"¿Quieres hablar de eso?" susurré suavemente mientras pasaba mis dedos en el brazo de Lizzie. Ella tenía su cabeza apoyada sobre mi pecho, prácticamente acostada encima de mí.

"Aún no," dijo en voz baja. Sé que ella hablará conmigo cuando se sienta cómoda y preparada para eso, así que estaba dispuesta a esperar todo el tiempo que necesite.

"Está bien, hermosa. Cuando te sientas lista," contesté dándole un beso en la frente.

Lizzie levantó la cabeza y, por un momento, nos miramos a los ojos. En nuestras miradas transmitíamos el gran amor que sentíamos la una por la otra. "Dios, eres tan hermosa," dije admirando a la mujer que conquistó mi corazón. Ella tomó mi rostro con su mano y me acercó a sus labios, dándome un beso apasionado.

Extrañaba sus besos, sentir su piel en contacto con la mía, sus caricias y su aroma. Cuando pensaba que no podía amarla más, con solo una mirada suya, mi amor por ella crecía enormemente. "Te amo," dijo al separar nuestros labios.

"Te amo más," dije dándole un pequeño beso.

Ella volvió a recostar su cabeza sobre mi pecho, disfrutando de la calma de la mañana. Pensé en lo que me sucedió durante mi visita a Los Ángeles. Necesitaba contárselo a Lizzie, así que decidí que este era un buen momento.

"Vi a Adri," dije rompiendo el tranquilo silencio en la habitación.

"¡¿Qué?!" preguntó Lizzie, levantando bruscamente la cabeza.

"No es lo que piensas," dije acariciando su rostro. Ella asintió, dándome a entender que esperaba que continuara. Me acomodé en la cama, recostándome en la cabecera. Lizzie imitó mis movimientos.

"Entonces, viste a Adri, ¿y...?" dijo mirándome fijamente a los ojos.

"Después de firmar el contrato con Jeff y los abogados, fui a ver cómo estaban las cosas en la galería. Cuando entré, encontré a Anna discutiendo con una mujer, que resultó ser Adri. Al verme, quiso acercarse a mí, pero no la dejé," dije rápidamente al ver cómo la expresión de Lizzie cambiaba a una de enfado.

Luces, cámara, amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora