Luces, cámara, amor.

Capítulo 24

Perspectiva de T/N

El resto de la semana fue divertido e interesante. Krysten seguía con su juego de comentarios coquetos, y yo le seguía la corriente. Era un intercambio de cumplidos y miradas provocativas, pero nada más. Sabía que para sorprender a Krysten, tenía que ir un paso más allá. Después de lo que pasó en ese almuerzo, descubrí su punto débil: el contacto físico.

Le acariciaba la espalda o rozaba su mano disimuladamente mientras caminábamos por el set de grabación, para que Lesli no se diera cuenta. Lo sé, estaba rompiendo las reglas. Pero ver cómo reaccionaba Krysten me hacía disfrutar de la situación. Lizzie estaba sorprendida por mis movimientos, y yo misma también lo estaba.

En casa me sentía más relajada, y mis comentarios eran un poco más atrevidos. Le decía cosas como "Krysten, tu vestuario de hoy en la grabación estaba muy sexy" o "¿cuándo harás realidad todas esas cosas que me dices?". La veía agitada y con los cachetes enrojecidos. Una noche, mientras veíamos una película, me senté a su lado y la tentaba con algún roce o abrazo. Ella respondía por un momento, pero luego se alejaba un poco de mí. Sinceramente, pensé que ella haría algo más. Era cuestión de tiempo que Krysten cediera.

Llegó el sábado, un día sin alarmas, sin prisas, y lo mejor de todo, tiempo para pasar con mi persona favorita. Lizzie estaba durmiendo boca abajo, con la cabeza hacia mí y el cabello desordenado. Cada día, su belleza me deslumbraba aún más. Mi hermosa.

Los primeros rayos del sol iluminaban la habitación, permitiéndome admirar cada detalle de la hermosa mujer que dormía a mi lado. La mujer que conquistó mi corazón y me demostró que se puede amar sin miedo. Estos meses juntas, tanto solas como con las chicas, fueron maravillosos. Lizzie siempre encuentra la forma de demostrarme que lo que tenemos vale la pena, buscando momentos a solas para hablar de nuestros sentimientos y también demostrarlos.

Sé que cuando termine la filmación, nuestra convivencia cambiará y será un paso más en nuestra relación y futuro juntas. Estaba ansiosa por descubrir cómo sería, pero también quería seguir aquí, donde ya nos acomodamos y sabemos cómo funcionan las cosas. Vivir juntas nos permitió conocernos a otro nivel y de alguna manera, nos preparó para cualquier desafío que pueda surgir.

Lentamente, Lizzie empezaba a despertarse. Una de sus manos fue a su cara, frotándose los ojos para salir del mundo de los sueños. Nuestras miradas se encontraron, y una gran sonrisa se formó en su rostro. Esos ojos verdes que me miraron por primera vez en aquel atardecer seguían teniendo su poder hipnotizante. "Hola," susurró.

No pude evitar sonreír, hasta que sentí mis mejillas estirarse al máximo. No podía dejar de mirarla. Con delicadeza, acaricié su rostro, haciendo que cerrara los ojos un momento y disfrutara del cariño.

En la habitación reinaba el silencio, mientras que mi amor y admiración por Lizzie se reflejaban en mi mirada. Una lágrima escapó de mis ojos, y el rostro de Lizzie se llenó de preocupación. "¿T/N?" dijo, acomodándose y poniéndose de lado, "¿Qué pasa, baby?" preguntó, poniendo una mano en mi mejilla.

Las palabras brotaron de mis labios, "Te amo", sin ninguna advertencia.

Al decir eso, el rostro de Lizzie se llenó de sorpresa, que pronto se transformó en felicidad y una sonrisa tan grande que hacía que su nariz se arrugara. "T/N... yo también te amo", respondió, confirmando que nuestro amor era mutuo.

Me acerqué a ella y nuestros labios se encontraron en un tierno beso, diferente a cualquier otro, lleno de pasión, ternura y amor. Amor. Amaba a esta mujer y no pararía de demostrárselo cada día de mi vida. Después del beso, nos abrazamos, disfrutando de este momento íntimo y de felicidad desbordante.