Capitulo 12

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Capitulo 12:Anillo


                                     Special   for    christmas



Hogwarts

Escocia, Reino Unido


Al terminar la cena Emma se va rápido del gran comedor para ir a la torre de astronomía.

Después de un rato Draco no dio rastros de su llegada por lo que Emma decidió irse a su sala común.

Emma al bajar las escaleras se encontró con el platinado.

—Creí que no vendrías. — Murmuró la chica algo sorprendida.   

—Hubo un imprevisto, pero realmente quería estar aquí contigo. — Dijo el platinado.

—Ah, está... — Emma fue interrumpida por Draco ya que el chico la tomó del brazo y empezó a caminar hacia la torre de astronomía.

Al llegar comenzaron a charlar.

— ¿Viste que ese Weasley me intento embrujar?— Dijo en tono sarcástico.

—¿Tú padre se enterara de esto? —pregunta la chica y Draco la miró mal, para que después ambos empiecen a reírse. 

— Muy graciosa. — Comentó con tono sarcástico. — Durante este tiempo hemos empezado con el pie izquierdo, no creo que sea correcto llevarnos de esa manera.

—Bueno, pues deberías pensar lo mismo con los demás. — Dice Emma refiriéndose a su hermano y sus amigos.

— No lo se. Con ellos el caso puede ser diferente, pero se empieza por algo ¿no?—Dijo mientras mientras desviaba su vista de Emma.

— Tienes razón. Tu "menos odio" hacia a mi es el primer paso a tu cambio. De igual manera todos ellos no tienen razones para que los odies. — Dijo mientras se sentaba junto al barandal.

Después de unos segundos de silencio Draco caminó hacia Emma y se sentó frente a ella.

—Esto es muy bonito. — Dijo Emma mientras se asomaba por el barandal de la torre.

— Lo se, he venido más de una vez aquí. — Dijo el chico mirando a la rubia.

Emma se gira y lame sus labios para luego dejar un mechón de pelo detrás de su oreja. Emma dirige su mano hacia el dedo corazón para luego empezar a jugar con su anillo. 

— Tu anillo me parece lindo. — Le dice el platinado mirando el anillo.

— Gracias. Era de una persona muy importante para mí. — Dijo la chica mirándolo a los ojos.

—¿Puedo saber quien? — Pregunto el platinado.

— Aun no tenemos la confianza para decirte esas cosas, Draco. — Se rio la rubia.

Draco alzo las cejas como si se le hubiera ocurrido algo.

— Conozcámonos. — Propuso. — Te hare preguntas y tu me las haces a mi. Así podríamos conocernos.

— Esta bien.— Asiente la chica y ambos comenzaron a preguntarse entre sí.

Draco a medida que Emma contestaba a sus preguntas nota que puede contar con ella para lo que haga falta, y que su relación no será llevada por el miedo o la deslealtad. Que realmente serán amigos y que tal vez podrían llegar a ser algo más. Le es inevitable no fijarse en las facciones de la chica, sus ojos celestes que siempre tienen un brillo diferente a los demás ojos que ha mirado, su nariz perfectamente ajustada a su cara, sus labios moviéndose ya sea para hablar, reírse o burlarse del chico, y su cicatriz. Esa media cicatriz que tendrá por toda su vida y que le hizo el hombre al que sus padres siguen. Es imposible que el platinado no se sienta culpable de estar ocultándole que sus padres son mortífagos, pero aún no quiere hacerlo, porque acaban de entablar una amistad y es muy rápido para que la pierda de nuevo.

Por otro lado, Emma nota como la personalidad de Draco cambia cuando están a solas, y es algo que le gusta pero a la vez no. Cuando está con sus amigos, él se muestra rudo, sin sentimientos y queriendo matar a todo el que se cruce por su camino, pero cuando están a solas, ve lo que realmente es Draco. Es dulzura, y puede que también miedo. Miedo de defraudar a su padre, miedo de no hacer las cosas como su padre le manda, y ese sentimiento en él es algo que Emma odia, porque lo que ella quiere es desprenderlo de ese miedo, desprenderlo de cualquier sentimiento negativo que tenga, ella quiere ver siempre al Draco feliz que está viendo ahora mismo, no quiere al chico neutro que camina por los pasillos de Hogwarts metiéndose con los demás alumnos. Los ojos de Draco no tienen brillo alguno cuando está en clase o cuando está en cualquier otro sitio, pero ahora Emma puede darse cuenta de que han adquirido el brillo más bonito brillo de todos estando con ella, un brillo que ella adora. Los labios de el chico están húmedos de las veces que el platinado ha pasado su lengua por ellos cada vez que habla, y su sonrisa cada vez que Emma dice una tontería o una suposición se ensancha tanto que hace que a la chica le de un vuelco el corazón. Su risa es una perfecta melodía para sus oídos. No es que Draco esté riendo todo el rato como Emma, pero cuando lo hace, lo hace a lo grande. Tirándose al abismo que es la felicidad de cabeza y sin pensarlo, y eso es algo que Emma quiere lograr siempre.

 Los chicos paran sin hablar, Emma se muere de sueño y frío, pero no quiere irse de ahí, quiere quedarse con su nuevo amigo serpiente.

—Bueno, mis padres me iban a mandar a Durmstrang en vez de aquí, pero mi madre se lo prohibió a mi padre —se ríe Draco.

— ¿Por que harían eso? — Pregunto Emma frunciendo el ceño. 

— No lo se. — Murmuró Draco y mira la cara de la chica alumbrada por la luz de la luna.

Ve como sus dientes castañean rápidamente y sus labios tienen un color morado clarito. Su nariz y mejillas están rojas y cada dos por tres se abraza a sí misma.

—¿Quieres que nos vayamos ya a nuestras salas comunes? —Pregunto el chico.

— Esta bien. — Respondió la chica.

Ambos bajan las escaleras de la torre y se van rápidamente a sus salas comunes. 

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Chapter create by: Maryy


THE NIGHT WE MET | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora