9.- En el Parque Yamashita

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El Parque Yamashita está justo al lado del Observatorio, conectado a la zona de Minato Mirai y cerca del muelle Osanbashi. Es un parque público junto al mar, uno de los más populares de la ciudad. Dentro de este parque se pueden distinguir varias zonas. Una de las más peculiares es la World Square, la arquitectura de este lugar despierta una sensación muy extraña a quienes lo visitan por primera vez, entre columnas y arcos de hormigón, canales de agua y bancos de formas inusuales. Pasaste por allí, pero Dazai no estaba.

Decidiste bajar al paseo marítimo para seguir caminando por esa zona del parque. Cada vez la luz se parecía más a la del atardecer, por lo que las vistas al mar eran espectaculares. Te gustaba especialmente pasear o sentarte en algún banco del paseo para disfrutar de la brisa marina en los calurosos días de verano. Ya quedaba poco para eso.

Pronto llegaste a la altura del Hikawa Maru, un transatlántico que estuvo en servicio desde 1930 a 1960. Pero, desde 1961, ha estado anclado permanentemente frente al Parque Yamashita y ahora es un barco museo. Unos metros más adelante hay un pequeño saliente que hace de mirador y, fue justo allí, donde pudiste percibir una silueta perfectamente conocida para ti. Aceleraste el paso.

Sí, definitivamente era tu novio, sin embargo, estaba distinto. Cielos santo... te temblaron las piernas solo con verlo de lejos. Cuanto más te acercabas, mejor distinguías los detalles que lo hacían más apuesto de lo que ya era. Aquella visión fue directa a tu punto más débil.

Llevaba un traje negro que le quedaba como un guante. Ya no sabías si el refrán de "el traje hace al hombre" era así, o era Dazai el que hacía al traje o los dos se hacían mutuamente en una simbiosis perfecta. La corbata, algo holgada, también era negra. Al llevar la chaqueta abierta pudiste apreciar que también llevaba puesto un chaleco verde con rayas finas y verticales en color verde olivo, el cual le daba un toque incluso más formal. Por último, la camisa y zapatos de vestir eran de un blanco impoluto. Su pelo estaba perfectamente peinado, con su lado izquierdo recogido tras su oreja. Solo se peinaba así cuando quería verse realmente elegante. Y a todo aquel espectáculo de porte y sofisticado atractivo se le sumaba el precioso ramo de tulipanes de varios colores asociados al amor que tenía entre sus brazos. Aquellas flores eran de tus favoritas por su simbolismo y justo en el mes de mayo estaban en plena floración.

 Aquellas flores eran de tus favoritas por su simbolismo y justo en el mes de mayo estaban en plena floración

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Dazai te sonrió coquetamente cuando al fin estuviste frente a él. Ni siquiera un simple "hola" era capaz de salir de tus labios, estabas extasiada con la boca en forma de "o" y a él parecía divertirle tu expresión. Te pusiste de puntillas, rodeaste su cuello con tus brazos y lo estrechaste lo más fuerte que pudiste. Casi pierde el equilibrio por tu ímpetu en aquel abrazo y tú ibas a perder la cabeza. Te encantaba su olor de diario, pero lo de hoy era una locura. ¿Qué demonios se había echado? Te daban ganas de comértelo allí mismo. Una carcajada suya te hizo volver en ti.

—¿Qué te pasa, amor? Pareces una linda gatita olisqueando. ¿Todavía no vas a decirme nada? —Se dio cuenta de tu actitud, pero no te avergonzó en absoluto.

Misión en Yokohama | Dazai OsamuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora