Tyron

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Un grito desgarrador despierta a todos en el palacio

Daphne

No dudo en salir de la cama al escuchar gritos, la piel de mi nuca se eriza al reconocer las voces masculinas que resonaban por los grandes pasillos. Podía imaginarme lo que estaba pasando así que de la manera más rápida que puse me coloqué cualquier otra cosa que no sea mi pijama y luego salí corriendo del lugar hacia la habitación real de donde provenía todo el bullicio.

Cuando llego reconozco la escena, yo misma había vivido la situación incontables veces en mi pueblo, Zyon se encontraba siendo detenido por Zenón mientras este gritaba en un idioma completamente desconocido para mí, observo el panorama completo y encuentro de quién estaba intentando Zenón separarlo, del doctor.

Los ojos de ambos chicos estaban teñidos de rojo dejando manifestar la irritación por la que habían pasado o estaban pasando mientras algunos rastros de lágrimas secas brillaban en el rostro del mayor. —Chicos...

Ellos seguían absortos en su mundo y evité forzar la conversación, cuando Zenón logra mantener inmóvil a Zyon me acerco para darles un abrazo de reconforte, mi posición permitía que pudiera ver dentro de la habitación, había una densa mancha de sangre a nivel de la almohada ¿Había vomitado su propia sangre? Solo de pensar lo terrorífico qué ha de haber sido ver a tu padre en ese estado podría entender el enfado de Zyon contra el doctor, dormir pensando que alguien se recuperará y enterarse al otro día que esa persona ya no está siempre sería traumatico, más cuando amas a esa persona.

Horas después

Después de confirmar la muerte del rey Causio yo me encargué de ayudar a Zenón para organizar el funeral, era la muerte de un rey por lo tanto él estaba más al tanto de los protocolos reales pero aun así no quería dejarle solo en este momento, no estaba tan afectado visiblemente como Zyon pero lo conocía, sabía que perfectamente estaba destrozado con todo.

—¿Sabes? Podrías darte un respiro unos cuantos días, cuando perdí a mi madre yo...

—No necesito tu pena en este momento Daphne.

Parpadeo varias veces sin entender del todo su abrupta interrupción. —¿Qué te sucede?
-Es lo único que alcanzo a decir porque este vuelve a hablar-.

—Perdón, yo... -Puedo escuchar el quebranto de su voz y me acerco rápidamente para darle un abrazo en silencio sintiendo cómo oculta su rostro contra mi cuello-.

—Estarás mejor... -Alcanzo a susurrar mientras mi mano se aprieta sobre la tela sobre su espalda, doy un par de caricias allí tratando de calmarle lo suficiente como para que no entre en un ataque de ansiedad, sabía cómo se sentían esos y era absolutamente horrible empezar a ahogarte en tus pensamientos mientras el fuego de tus pulmones se agita ante el aumento del oxígeno en ellos-.

—Perdoname...

—Shh. -Le pido silencio con amabilidad, ahora no deseaba que este esté encima preocupado por cómo pueda sentirme yo, era pésima consolando a cualquier humano pero por una vez en esta vida quería esforzarme con eso-.

El funeral del día después

Había conseguido un vestido negro para la situación, tenía tanto sin llevar uno al estar en este sitio que me resultaba de cierta forma incómodo pero aquello pasaba a segundo plano en un día como hoy. Seguía sin creer que Causio ahora estaba muerto, desde el día anterior no había visto a Zyon pero estaba casi segura de que no faltaría al propio entierro de su padre, me resultaría extraño de su parte sin dudas.

El príncipe oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora