Lebendiger Traum

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Tiempo después

Daphne


Tomo la esponja de baño para repartir la espuma por mi cuerpo y alzo mis piernas por encima del borde de la tina apoyándolos allí mientras recorría mi cuerpo con lentitud asegurandome de cubrir toda mi piel con el agua. Mis ojos caen cada vez más lento a la vez que mis pensamientos se pierden en algún punto de mi esparcida conciencia.

Sin percatarme del momento exacto caí en los brazos de morfeo permitiendo el perderme en un sueño que rápidamente fui capaz de reconocer, jamás había vivido una experiencia así por lo tanto me mantuve en aquella aura blanquecina que me rodeaba, no me atreví a dar otro paso pues tenía miedo de que se tornase en algo perturbador en cualquier momento.

Una suave voz familiar atrae mi atención por lo cual alzo mi vista cruzandome con ojos color cielo de mi madre y a su lado estaba otra figura masculina irreconocible para mí. —¿Mamá? —Sentía un ambiente lleno de desconfianza en el lugar por lo cual retrocedí un poco, podía percibir que algo estaba mal pero no estaba segura de qué— ¿Quien eres?

Alzo una de mis cejas mostrando mi clara desconfianza.

—¿Me has olvidado hija mía? Prometiste que eso nunca pasaría.

Mi corazón se encoge al darme cuenta que sí se trataba de ella así que corro a su encuentro intentando abrazarla pero por la nula existencia de su cuerpo termino atravesandola sintiendo el frío que me rodea de inmediato, casi rompo en llanto pero aquella voz vuelve a tener mi atención cuando escucho una muy falsa tos.

—No llores cariño... He venido desde el más allá para confirmarte la existencia del príncipe oscuro, aquel hombre quien termino con mi vida de la forma más vil y despiadada posible, he visto tu plan cesar así que quería decírtelo por mi misma, aquel llamado Zyon es el hombre que me asesino.

A pesar de ser una especie de sueño podía sentir la ira acrecentarse en mi pecho la cual fue esparcida de mi mente cuando me despierto de golpe al tragar agua accidentalmente a lo que terminó por toser fuertemente tratando de componerme. Un quejido escapa de mí y como puedo me pongo en pie con cuidado de no caerme nuevamente al agua para dirigirme hacia donde tenia mi toalla disponiendo a secarme el cuerpo para así bajar al estar lista.

Minutos después.

Mis pasos aletargados eran el único ruido en todo el silencioso castillo que de noche lucía hasta más sombrío de lo que normalmente era pero toda aquella paz se vio perturbada cuando unos jadeos llamaron mi atención, quizás solo había vuelto a caer dormida y creía escuchar cosas pero rápidamente descarté aquello al notar qué o quienes producían esos particulares ruidos.

Dos siluetas únicamente iluminadas por la luz de la luna que osaba entrar por uno de los ventanales daba un toque hasta romántico a aquel encuentro de dos amantes, eso sí no se tratase de Zyon; quién parecía estar disfrutando bastante del sexo desenfrenado que mantenían contra la encimera dónde se preparaban nuestros alimentos. Me contuve para no tener una arcada allí y vomitar lo que hace unas horas había degustado en la cena.

Antes de que pudiera irme de allí la mirada firme y retadora de Zyon se posó en mí, su rostro estaba ligeramente rojo, casi podría decir que hasta parecía ser tierno pero aquel pensamiento se esfumó al leer un claro "Lárgate loca" en sus labios lo cual hizo aflorar mi molestia sin tener idea de porqué aunque fácilmente podría deberse al sueño dónde recientemente ví a mi madre.

Casi lo insulto pero rápidamente me pongo en guardia cuando noto que la chica ágilmente saca un cuchillo del cajón en donde los guardaban, sus intenciones eran más que claras ya que ni siquiera había notado mi presencia así que rápidamente me tiró sobre ella cuando se aleja Zyon tronando su cuello en el acto, aprieto mi mandíbula viendo su cuerpo totalmente falto de vida caer con fuerza al piso ya que el único apoyo que poseía era el cuerpo desnudo de Zyon.

—¿Acaso tienes idea de lo aburrido que es conseguir otros ligues, niña? ¡Genial! Me has arruinado un polvo, felicidades.

Me doy la vuelta totalmente estupefacta al escucharlo —¿¡Sabes qué!? ¡Eres el ser más repugnante, malagradecido y narcisista que puede existir! ¿¡Por qué mierda si quiera hablo contigo?

El da unos pasos hacia mí y mantengo mi mentón en alto sin dejarme intimidar por su mirada o cuerpo bien definido eso y que tampoco quería ver lo que traía entre piernas ya que no recordaba si el imbécil había tenido la decencia de ponerse algo que le tape.

—¿Se supone que quieres que te agradezca? ¿Por qué haría eso? Pero bueno, si te hace feliz... —Se inclina hacia mí y evito el impulso de abofetearlo—Perdona y gracias Daphne.

Ruedo mis ojos para chocar su pecho con mi dedo índice en repetidas ocasiones —Escúchame atentamente ya que parece tus neuronas no congenian muy bien. Si no la dejé asesinarte es porque tu muerte debe correr por mis manos, nadie me quitará el privilegio de darle su merecido a tremendo imbécil pene pequeño.

No tenía idea de si ese último insulto era cierto pero la molestia en sus ojos me complació enormemente al notar que le había afectado a su enorme ego. —Ahora si me permites, solo he venido por agua —Lo hago a un lado para ir por mi bebida y luego marcharme de allí con la cabeza en alto junto a lo más importante; mi ego intacto—.

Zyon

No puedo evitar rodar mis ojos cuando se marcha y aferro mis dedos de la encimera buscando relajarme antes de siquiera volver a dar otro paso para marcharme entre la penumbra del castillo. Tenía insomnia así que me quedé vagando por el terreno del jardín encontrándome con unas carcajadas las cuales hicieron que mi intriga se viera afectada así que me acerqué solo para escuchar lo suficiente.

—Estoy contigo...

—Me alegra escuchar eso...


Un silencio sepulcral se hizo en el lugar dejandome con la duda sobre si sabían de mi presencia o acaso se estaban besando, de todas formas ni siquiera alcanzaba a reconocer las voces por el volumen en el que se comunicaban así que con agilidad me marcho de allí sin ser reconocido por absolutamente nadie, o eso creía.

El príncipe oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora