Lucy Pelman: El caso de Jimin era muy extraño, todo el mundo lo quería, podías ver a cada fanático ir a uno de sus conciertos y salir con grandes sonrisas plantadas en sus rostros. Pero no era solo eso, cada canción suya provocaba una oleada de felicidad. Era un excelente musico, eso no se discute, pero nunca he visto a tantos cantantes o músicos ser fotografiados o seguidos a ese nivel. Jimin se había convertido en el omega más fotografiado del mundo, solo siendo desplazado por Lady Di en los ochentas, pero todos los setentas estuvieron gobernados por ese jovencito de dieciocho años que por obra del destino se hizo famoso, y que por obra del destino era un genio musical. Muchos lo atribuyen a su innegable belleza, otros a su talento, pero yo siempre tuve la teoría de que se debía a que Jimin tenía una humanidad y cercanía con sus fanáticos que nadie más tenía en ese momento. Nunca se mostró como una persona inaccesible o lejana, sino que siempre parecía una persona con la que podrías tener una conversación real. Este rasgo humano es tal vez su legado más duradero. Sus fanáticos podían pedirle una foto de buena manera, podían acercarse a su mesa del restaurante y él les firmaría lo que sea que ellos tuvieran para firmar, aceptaría tomarse fotos y recogería los regalos de sus fanáticos. En la era <<Freak>> Jimin marcó esa imagen de amor hacia sus fanáticos, siempre quedándose un tiempo, aunque los conciertos terminaran, a las afueras de los estadios estaría firmando miles de autógrafos, saludando con un abrazo y sonrisas. Lo que todo mundo ama, alguien agradecido, adorable y lindo. Pero también, Jimin era un omega con carácter, que no dejaba que ningún entrevistador le hiciera de las suyas o le tomara el pelo, era honesto, y eso te puede jugar a favor o en contra, por suerte, a Jimin le jugó mucho a su favor.
Por supuesto, como todo el mundo estoy en contra de todo lo que le hicieron los paparazis a Jimin, la forma en la que lo seguían y se amontonaban por él, el que no les importara hacer lo que sea con tal de conseguir una foto suya haciendo lo que sea, pero es importante reconocer que, a lo mejor, sin todo ese movimiento, Jimin no hubiera tenido el mismo impacto que tuvo y que tiene hasta el día de hoy.
Cuando a inicios de los 2010, la subOmga puso su icónica portada con el edit art pop de la princesa Diana, Marilyn Monroe y Jimin Park y la tituló "la santa trinidad de la cultura pop", sabes la trágica historia de estas tres personas que cambiaron al mundo, que tuvieron un impacto en ella, sabes lo acosadas que fueron con cientos de cámaras, y aun así, disfrutas viendo la mayoría de esas fotografías, el morbo de saber que tan famoso ha sido alguien para que lo sigan a todos lados, el misterio de que tenía para que todo el mundo lo amara de esa manera. Me encanta porque puedes ver la similitud entre estas tres personas, son gente hermosa, simpáticas y muy queridas, genios, pero son personas rotas. No hay cosa que el mundo ame más que la gente hermosa y rota.
Jimin: Me molestaban los paparazis, pero no podía evitar que me siguieran a todos lados, casi me había acostumbrado a que me siguieran multitudes a todo lugar al que iba. No había problema con la mayoría de mis fans, en sí, ellos eran muy lindos la mayoría del tiempo, llevaban mis álbumes, carteles, posters conmigo de protagonista, me decían cosas dulces y declaraban lo mucho que me amaban o que habían amado mis canciones, ¿cómo podía odiarlos a ellos cuando eran así de buenos conmigo?
Firmé muchos autógrafos a las salidas de mis conciertos, escribía lo que ellos me pedían, o frases que se me ocurrían en el camino, siempre terminando con un: "te quiero tanto en tus sueños como en la realidad, Jimin". Y esa era la verdad. Sé que hoy en día el mundo es muy falso con sus fanáticos, pero para mí en ese momento era tipo: ellos me llevaron a donde estoy, sin ellos no hay nadie que escuche mi voz, mi música, ellos hicieron todo lo imposible, posible. Si a ellos les hacía felices tomarme unas fotos, tomarme de la mano, pedir mi firma o quedarme a conversar con ellos, entonces lo haría.
—¡Eres como un príncipe! —Me dijo una niña.
Yo me puse de cuclillas para estar a su altura y le sonreí. Cuando los halagos vienen de niños pequeños, se sienten más reales, más bonitos.
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Let the Light In |KookMin|
FanfictionJimin: Supongo que... bueno, todas las personas que aparecerán aquí son gente a la que amo con todo lo que hay en mi ser, otras que me odian y que yo odio por igual, y las que no están, habría deseado que lo estuvieran. Pero todas ellas lo quiera o...